Los grifos tienen que ser, sobre todo, funcionales para que se adapten a tus necesidades, pero también decorativos de modo que combinen con el estilo del baño. Existen una multitud de modelos distintos que permiten ahorrar en agua y energía.
Hay que tener en cuenta la utilidad, que la apertura sea cómoda y los beneficios sobre el ahorro que pueden tener. Por ejemplo, los grifos de lavabo tienen cartucho cerámico que evita el goteo y garantiza un mayor número de usos. Los grifos se clasifican por la altura de su caño:
No obstante, no hay que pasar por alto que lo que más llama la atención de un grifo de lavabo es su estética y que combine con el estilo del resto del baño, del mueble… Los hay de diferentes acabados: mate, cromado brillante, de color, etc. Se recomienda elegir un grifo de lavabo con calidad de cromado, ya que evita la corrosión y le da un acabado brillante. Aquellos que tienen una calidad alta mantienen el brillo inalterable.
Algunos modelos añaden ciertos equipamientos especiales para buscar una estética diferente unido a la tecnología LED, combinación que posibilita que el agua desprenda diferentes luces de colores en función de la temperatura del agua (del azul al rojo a medida que se calienta el agua).
Relacionados con los grifos de lavabo, es imprescindible hablar del latiguillo que lo acompaña. Es el tubo flexible que comunica la tubería del agua con el grifo. En el latiguillo se puede colocar un limitador de caudal que reduce el paso de la totalidad del agua que pasa por la tubería, implicando un ahorro de agua de hasta un 30%.
El primer punto a tener en cuenta es el uso al que se va a destinar: si es para una bañera, para una ducha o para ambas.
La instalación de este tipo de grifos suele ser mural, anclados a la pared. Debes comprobar la distancia entre tomas de las tuberías en tu pared: el ancho estándar es de 150 mm. Los grifos de bañera y ducha vienen con unas piezas de adaptación que permiten ajustar el ancho entre 125 y 175 mm.
Uno de los tipos de grifos de ducha y bañera más recomendados son los termostáticos. Estos grifos tienen dos mandos: uno con el que se controla la temperatura en grados y otro, para regular el caudal del agua. Permiten mantener la temperatura que elijas de modo constante aunque se abran otros grifos de la casa. Sus principales ventajas son: ahorran energía (porque la caldera tarda menos en calentar el agua) y ahorran agua (porque no se malgasta esperando alcanzar tu temperatura ideal). Ten en cuenta que una mayor calidad del cartucho termostático permite que se alcance la temperatura deseada más rápidamente y que se compense prontamente cualquier cambio de presión por abrir otros grifos con lo que el ahorro de agua es mucho mayor.
Los grifos termostáticos tienen calibrada la temperatura a 38º de fábrica. ¡Recuerda que una vez tengas instalado el grifo termostático es conveniente verificar el calibrado, siguiendo las instrucciones del fabricante, para ajustar la temperatura! Esto quiere decir que se bloquean a los 38 grados. Solo se desbloquean apretando el botón; este sistema de seguridad evita el riesgo de quemaduras para los niños y mayores.
Otra prestación adicional que llevan es que el cuerpo del grifo puede permanecer siempre frío, evitando así quemaduras.
También puedes elegir otro extra más para el grifo termostático como es un reductor de caudal, para ahorrar en el consumo de agua.
Los grifos de bidé se asemejan a los de lavabo, aunque tienen menos prestaciones porque su uso es menor, y se suelen instalar sobrepuestos (en contraposición con los grifos encastrados). Pueden disponer de una pieza móvil que permite orientar la dirección del caudal de agua.
Debes elegir un grifo que esté equipado con prestaciones destinadas a ahorrar tanto en agua como en energía. Con ello, además de ser respetuoso con el medio ambiente, reducirás el gasto en tus facturas.
Consejos para ahorrar agua
Consejos para ahorrar energía
Los grifos temporizados son aquellos que llevan un pulsador que lo mantiene abierto durante un tiempo determinado.
Los grifos con infrarrojos son los que se abren cuando detectan las manos.
Los grifos de baterías, son los que tienen dos manetas, una para el agua fría y otra para la caliente.
Los grifos con mango extraíble son aquellos con caño extensible para facilitar aún más su uso.
Para limpiar la grifería y mantener el brillo, sobre todo en las superficies cromadas, lacadas y doradas, debes utilizar una bayeta suave ligeramente enjabonada. Después enjuagar y secar con un paño seco. No utilices productos de limpieza abrasivos, disolventes ni vinagre ni estropajos.