Es un consumible formado por una esponja de fibras de forma redondeada.
Está destinada al pulido de carrocerías y metales dado que tiene un nivel de abrasión bajo y continuo. La boina desgasta el material por contacto y fricción.
Para su uso se debe adherir a una herramienta como una máquina pulidora o un taladro, y pasarla suavemente por toda la superficie que se quiera pulir haciendo círculos.
