Si necesitas aumentar la temperatura en un pequeño dormitorio o el baño de forma puntual, puedes recurrir a un calefactor o un convector. No requieren de instalación, basta con enchufarlos a la toma de red para que empiecen a expulsar aire caliente y a caldear el ambiente de forma rápida.
La mayoría de modelos son portátiles para trasladarlos fácilmente de una estancia a otra o a una segunda residencia. En este caso nos vamos a centrar en los calefactores.
Los calefactores eléctricos expulsan aire caliente instantáneo, de forma rápida y focalizada aunque este perdura poco tiempo en la estancia. Es por ello por lo que se recomienda su uso como sistema complementario de calefacción.
Son fáciles de instalar, cómodos y seguros. No necesitan salida de humos, mantenimiento ni acopio de combustible, no emiten gases y son fáciles de transportar.
Sin embargo, el gasto energético que conllevan es su principal inconveniente ya que consumen un vatio de energía eléctrica por cada vatio de calefacción que producen.
Dentro de los calefactores distinguimos estos tipos:
Por sus características y por su consumo te aconsejamos que utilices estos aparatos como calefacción de apoyo o para calentar las siguientes estancias:
En general, para una altura de techo de 2,5 m contamos 80 W por metro cuadrado para habitaciones bien aisladas y 100 W si el nivel de aislamiento es medio. Puedes basarte en estos valores aproximados. Para ello, lo primero que debes hacer es estimar la superficie de la habitación en metros cuadrados para saber su potencia equivalente en vatios.
- Para una estancia de entre 12 y 16 metros cuadrados: se recomienda una potencia de entre 1.200 y 1.500 W.
- Para una estancia de entre 24 y 28 metros cuadrados: se recomienda una potencia de entre 2.500 y 3.000 W.
- Para una estancia de entre unos 40 metros cuadrados: se recomienda una potencia de 4.000 W en adelante.
Muchos calefactores incluyen la opción de regular la potencia ya que cuentan con varias posiciones de potencia para adecuarse a las necesidades caloríficas de varias habitaciones, de diferentes épocas del año y zonas geográficas. Ten en cuenta que los valores de la tabla se obtienen tomando como referencia habitaciones perfectamente aisladas. Estas referencias son aproximadas porque la potencia varía también en función de la temperatura exterior de la zona geográfica en la que vivas, la calidad del aislamiento y la superficie acristalada de cada habitación.
Además de las funciones de regulador de potencia y calefactores específicos para baños, existen modelos que incorporan unos complementos que facilitan su uso y lo hacen más eficiente, como por ejemplo los siguientes:
Bajo ningún concepto debes cubrir los calefactores.
En caso de que vayamos a utilizar el calefactor para calentar el baño debemos extremar las precauciones para evitar cualquier accidente. Para garantizar un uso seguro te recomendamos que dejes, al menos, un metro entre el aparato y la zona que rodea la bañera o la ducha. Comprueba que tienes las manos secas y los pies calzados, antes de enchufar y desenchufar el calefactor. Y nunca manipules el calefactor desde dentro de la ducha o bañera.