Los climatizadores evaporativos, tambien llamado aire acondicionado portátil sin tubo, son aparatos portátiles y fácilmente manejables. Existen modelos recomendados para colocar en el interior y otros para poder utilizarlos también en el exterior.
Lo primero que hay que tener en consideración es que un climatizador evaporativo no es un aire acondicionado. Los climatizadores son sistemas de enfriamiento de aire por evaporación, es decir, que enfrían la temperatura del aire por medio de agua al llevar incorporado un depósito de agua y hielo.
¿Cómo funciona? El proceso interno de un aparato de climatización como este consiste en absorber el aire de la habitación y pasarlo por un filtro húmedo que lo convierte en aire fresco que es expulsado a la estancia a través de un ventilador. Hay que llenar el depósito de agua o con hielo para que se produzca el proceso de evaporización. En definitiva, su funcionamiento se basa en la emisión de vapor frío.
Los climatizadores evaporativos son aconsejables para las casas que soportan un clima seco y caliente. Está contraindicado en aquellos lugares donde haya mucha humedad. De hecho, es imprescindible una buena ventilación. Por eso, hay que ventilar la estancia con frecuencia (usar en habitaciones con las puertas y ventanas abiertas) para renovar el aire, evitar condensaciones de humedad y para que el climatizador pueda enfriar el aire nuevo repetidamente y, por tanto, ser eficiente.
Esa ventilación continua de la estancia permite expulsar el aire caliente y viciado y evita la entrada de polvo procedente del exterior.
En climas secos pueden llegar a bajar la temperatura entre 10 y 12 grados. Mientras que en el caso de climas húmedos, entre 5 y 7 grados. En este sentido, cuanto más cálido y más seco sea el ambiente, mayor será el enfriamiento y, por tanto, mayor el consumo de agua también.
El criterio que debes tener en cuenta al elegir un climatizador evaporativo es si lo necesitas para utilizar en el interior o en el exterior de la casa y los metros cuadrados a climatizar.