Un falso techo se instala unos centímetros por debajo del techo que viene de obra en una habitación. Con las herramientas y el material necesario tú mismo podrás crearlo ya sea por cuestiones estéticas, para aislar la estancia o para camuflar tuberías, el cableado eléctrico o los conductos del aire acondicionado.
Los falsos techos permiten según la instalación y las características de la placa.
Mejorar el aislamiento térmico y acústico, bien por su propia composición, bien añadiendo aislantes durante la instalación en el hueco del entretecho.
Un elemento importante es la mejora en el acondicionamiento acústico, es decir la absorción del ruido (evitar el eco o reverberancia). Dicha absorción acústica se clasifica como αw y su valor esta entre 0.20 (20% de absorción) y 1 (100%). Esta escala se simplifica con una clasificación de la A a la D, dónde A es el más absorbente y D el menor.
Mejora de la resistencia al fuego (muy importantes en zonas con instalaciones eléctricas).
Mejora de la resistencia a la humedad: importante en zonas como baños, vestuarios y cocinas con gran cantidad de humedad y vapor de agua.
Mejora de la dureza: en zonas con posibles impactos.
Simplemente decorativos: a la vez se puede tener acabados en colores, madera, metal etc.
La instalación del techo registrable se realiza sobre una estructura metálica anclada sobre el techo original: bovedilla, forjado de hormigón, etc. Se coloca a unos 15-20 cm del techo y su objetivo es camuflar instalaciones de electricidad, fontanería o aire acondicionado. Es muy habitual en hostelería, comercios y oficinas.
Rapidez de acabado, el acabado lo tiene la misma placa.
Flexibilidad. Montaje fácil de modificar o desmontar que se adapta a cualquier forma y tipo de proyecto.
Corrección acústica: mejora la calidad de la escucha y reduce el nivel sonoro de un local ruidoso.
Ligereza. Las placas de yeso laminado para techos son más ligeras que el ladrillo. Esta característica los convierte en perfectos para separar el espacio interior de forma fácil y reversible.
Placa de yeso laminado. Placa de uso estándar y sencilla instalación. Entre sus ventajas: facilidad de manejo y transporte. Ofrece una resistencia al fuego de 15 minutos y bajos índices de dureza y aislamiento.
Placa de fibra mineral. Placa multiusos gracias a su resistencia media a la humedad, al ruido y al fuego.
Placa de yeso y fibra de vidrio. Incombustible, ofrece también un alto aislamiento acústico pero baja resistencia a los impactos.
Placa de fibra de vidrio. Excelentes prestaciones de aislamiento acústico y resistencia al fuego ya que es incombustible.
Placas de techo metálicas: Son muy ligeras y fáciles de montar, son fácilmente limpiables y se pueden usar en techos exteriores protegidos como terrazas, pérgolas, etc.
Los techos continuos suelen ser de dos materiales, placas de cartón yeso o escayola, que actúan como falsos techos. Se colocan a unos 15-20 cm del techo estructural para mejorar el aislamiento (térmico o acústico), camuflar instalaciones de electricidad, fontanería o aire acondicionado, o con fines estéticos en techos deteriorados o con desperfectos.
Rapidez de acabado, al ser un trabajo en seco que no necesita tiempo adicional de secado.
Flexibilidad. Montaje fácil de modificar o desmontar que se adapta a cualquier forma y tipo de proyecto.
Corrección acústica: mejora la calidad de la escucha y reduce el nivel sonoro de un local ruidoso.
Ligereza. Las placas de yeso laminado son más ligeras que el ladrillo.
Superficies continuas y sin juntas que proporcionan un acabado óptimo.
Seguridad frente al fuego.
Cada placa ofrece diferentes prestaciones, así que antes de elegir debes tener en cuenta la instalación (continua o registrable) la estancia en la que vas a colocar la placa y qué resultado quieres conseguir: aislamiento térmico, acústico, resistencia al fuego o a los impactos, dureza o absorción de humedad. La absorción acústica se clasifica en 4 niveles desde el A (el de mejor resultado) hasta el D.