Las moquetas son una solución atemporal para revestir los suelos de prácticamente toda la casa. De fácil instalación y limpieza, constituyen una opción cómoda y confortable, válida tanto en invierno como en verano.
Descubre los tipos de moquetas que puedes encontrar y cuáles son las últimas tendencias.
Para evaluar una moqueta es necesario fijarse en los dos lados de la moqueta: la base y la superficie de la misma. En la base encontrarás la robustez de la moqueta y en la superficie la textura de la misma.
En general, la altura y el rizado del pelo determinan el grado de suavidad. La densidad (cantidad de pelo) se comprueba empujando hacia abajo con las yemas de los dedos. Una mayor densidad aumenta el peso de la moqueta, la hace más resistente y hunde más la pisada.
A mayor número de nudos pequeños y peso, mayor resistencia de la moqueta y mayor ciclo de vida tendrá.
La base aísla del frío, alarga la vida de la alfombra y hace la pisada más cómoda. No obstante, no adquieras una con base demasiado blanda, ya que puede hacer una pisada insegura y comprueba que contenga caucho si quieres evitar resbalones.
La base es la parte que apoya directamente sobre el suelo. De ahí que surja una duda: ¿si una casa dispone de suelo radiante se puede colocar una moqueta? La respuesta es sí. Para ello, se debe desinstalar el sistema de calefacción por lo menos 24 horas antes de que se vaya a instalar la moqueta. Después de haberla colocado, deben pasar 48 h para volver a poner en funcionamiento la calefacción gradualmente.
Fibras naturales
Ofrecen pisadas suaves y agradables. Son menos resistentes al desgaste que las fabricadas con otros materiales no naturales. Las principales son las compuestas por lana y las compuestas por algodón:
Fibras sintéticas
Ofrecen pisadas confortables. Son moquetas acrílicas, de polipropileno, poliamida, poliéster o nailon, entre otros. Este último material (nailon) es muy común en las alfombras porque es muy resistente y responde bien en zonas transitadas. El polipropileno aguanta mejor la humedad. El poliéster dispone de más texturas. Por último, el acrílico es la fibra más parecida a la lana.
Fibras vegetales
Emplean yute, sisal, coco, abbaca, bambú o algas. Son poco resistentes a las manchas, más baratas, pero menos duraderas, excepto las de algas y sisal, que se pueden emplear durante más tiempo. Las de coco son más ásperas y las de yute más económicas. Las moquetas de fibras vegetales dan un aspecto fresco a cualquier habitación, por lo que son recomendables incluso en climas cálidos. Se recomienda su uso en hogares donde habitan personas con problemas respiratorios.
La elección del material es clave cuando algún miembro de la familia padece asma o problemas respiratorios. La acumulación de polvo en moquetas no es aconsejable para el estado de estas personas, aunque la Asociación Nacional de Fabricantes de Alfombras y Moquetas (UNIFAM) advierte de que no suponen ningún riesgo si se someten a una adecuada limpieza y mantenimiento, así como a un correcto proceso de elaboración con materias primas de calidad.
En estos casos es mejor optar por moquetas de fibras vegetales.
Hay moquetas de muchos colores en función del estilo que quieras dar a la estancia. Los colores influyen mucho en las sensaciones que emite la habitación o salón donde se pongan: los verdes generan serenidad, mientras que los opuestos son los rojos, etc.
Las moquetas son un elemento funcional pero también decoran. Por eso, debes elegir el color y el acabado. Las hay lisas -monocromáticas; recuerda que con las de tonos claros deberás extremar el cuidado contra la suciedad; jaspeadas -no son lisas por completo, ya que tienen "manchitas" por hilos de tonos distintos; éstas son más resistentes a la suciedad-; de dibujos -son las que tienen motivos florales, geométricos, infantiles...-.
Mide el ancho y el largo de la habitación. A esa medida debes añadir entre 5 y 7 cm extra por cada lateral para llegar mejor a las esquinas y poder hacer los cortes con precisión.
Antes de instalar una moqueta, hay que asegurarse de que el suelo está liso y nivelado (en caso de que no sea así se puede igualar con una pasta niveladora) y de que el suelo está limpio y seco para su correcta colocación.
Las moquetas se venden en rollos al corte de diferentes tamaños o bajo pedido.
La forma de instalación puede ser:
Poner y utilizar correctamente el felpudo de la entrada del piso ayuda a que la moqueta se manche menos y, por lo tanto, dure más y tenga mayor ciclo de vida.
Las moquetas deben limpiarse regularmente y mayoritariamente en seco. En general, para ello, la mejor opción es aspirarlas con un accesorio de cepillo. En los casos de moquetas de bucle gruesas y de pelo alto se recomienda que se aspiren las moquetas con boquilla plana y no con cepillos. Para una limpieza a fondo, cada más tiempo, se recomienda emplear un champú específico con espuma seca.
Si cae sobre la moqueta una mancha, hay que limpiarla inmediatamente, con productos neutros, para que no dé tiempo a que la suciedad se impregne en el material y quede un surco manchado.