El papel pintado es una opción práctica y atractiva para revestir las paredes. Ofrece numerosas posibilidades decorativas y permite trasladar los estampados y colores que parecían exclusivos de los complementos textiles a las paredes.
Para colocar papel pintado las paredes deben cumplir unos requisitos como pueden ser: estar limpias, libres de polvo y secas, sin humedades, niveladas y planas, sin agujeros y que las paredes que van a recibir el papel no sean ni demasiado porosas ni totalmente impermeables para que su pegado se pueda hacer correctamente. Se puede aplicar imprimación sobre la superficie para tapar el poro de la pared y para mejorar la fijación del papel.
Si la pared estaba pintada previamente, se recomienda lijar la superficie para eliminar las asperezas que pudiera tener y que sea más adherente. En el caso de que vayas a colocar papel de tonos claros o de base TNT, también puedes aplicar previamente pintura plástica de buena calidad para evitar transparencias.
Para ir eligiendo un papel pintado es fundamental que fijarse en los detalles que vienen en el embalaje. Todos los rollos cuentan con etiquetas informativas que sirven de guía de gran utilidad para conocer las cualidades específicas de ese papel -su resistencia, mantenimiento, modo de aplicación y la cantidad concreta de ese papel que vas a necesitar para cubrir la pared según los metros que tenga. Estos datos recogidos en la etiqueta de todo papel pintado permiten comparar la calidad entre diferentes tipos y modelos.
Descubre los distintos tipos de papeles que existen y escoge el más adecuado para tu pared.
La composición de la superficie del papel pintado (la parte visible del papel) determina las diferencias entre los varios tipos de papel.
El papel pintado ofrece una gama de lo más amplia y variada para decorar las diferentes estancias de la casa. Es una de las alternativas más creativas y, según el modelo que elijas, adecuado para cualquier espacio.
- Cocina y baños. De los 3 tipos de papel pintado, solo 2 de ellos son adecuados para ser usados en cocinas y baños. Se trata de los que cuentan con superficie vinílica por su peculiaridad de ser lavables y resistente a las manchas: en primer lugar, los más adecuados son los vinílicos y los de TNT en segundo lugar. Aunque son idóneos para estas estancias de gran uso, se recomienda evitar ponerlos en las zonas de contacto directo con el agua (como el fregadero o el área de la ducha) y zonas de fuego (como en el salpicadero de los fogones).
- Habitaciones infantiles. Se recomienda papel vinílico por su superficie plástica que la hace lavable. Además, en este tipo de estancias con niños también es conveniente optar por papeles ecológicos vinílicos con PVC free (libre de PVC) que no contienen componentes nocivos para la salud.
- Entrada-recibidor, pasillo y salón. Para estas u otras estancias que se caracterizan por tener mucho tránsito y, por tanto, un mayor riesgo de roces se recomienda elegir papel pintado vinílico o TNT, porque son resistentes y lavables.
- Dormitorios y despacho o habitación de estudio. Para estas estancias que llamamos secas, porque en ellas no se manipula agua que pueda estropear algunos modelos de papel, podemos utilizar cualquier tipo de papel pintado, incluido el tradicional.
Cada tipo de papel pintado cuenta con una base diferente que determina el modo en el que se pega a la pared.
Además de elegir entre los diferentes tipos de papeles en función de su tipología, resistencia y modo de colocación, también hay otros aspectos adicionales que puedes tener en cuenta si buscas algo más concreto:
- De alto gramaje. Los papeles de alto gramaje son aquellos que tienen un mayor grosor (alrededor de 250 gramos/metro cuadrado). Este espesor influye en que su consistencia es mayor. A mayor gramaje, mayor resistencia del papel y eso influye en que pueden ser lavados sin que su superficie resulte dañada.
- Cubre imperfecciones. Existen papeles con relieve que son una buena solución para aquellas paredes en las que se quieren ocultar algunas pequeñas imperfecciones.
- Pintables. Son aquellos papeles de color blanco que permiten pintar sobre ellos las veces que sean necesarias sin deteriorar la pared. Por ejemplo, se podría pintar un papel vinílico, utilizando una pintura multi adherente al agua.
- Borrables. Sobre un papel borrable se puede escribir, dibujar y garabatear sobre él. Es una gran alternativa para decorar estancias de la casa sin tener que pintar a la vez que sirven como pizarra para diseñar tus propios dibujos, apuntar notas o esquemas. Ideal para habitaciones infantiles y juveniles, despachos, cocina o salas de reuniones.
- Lavables. Tal y como hemos indicado existen papeles lavables. Su composición permite que pueden limpiarse con una esponja o bayeta húmeda con agua y jabón neutro -nunca con productos abrasivos, que contengan alcohol ni disolventes- y sin raspar.
- Ecológicos. Los papeles ecológicos son aquellos que no contienen componentes nocivos ni PVC, no desprenden ningún olor a plástico ni otros químicos volátiles por el aire; son los que durante su producción se presentan 0% de emisiones. Cuando este tipo de papel se deja de usar, es reciclable. Además, destaca por ser resistente al desgaste y a las manchas porque es lavable.
- Con alta resistencia solar. Los modelos que resisten a la incidencia de los rayos del sol se mantienen con sus propiedades y colores inalterables con el paso del tiempo.
- También se puede elegir el papel según el modo en el que se retira. Puede ser en seco o en húmedo.
En este consejo puedes ver el proceso para quitar el papel pintado.
- Que sea mural. Los murales decorativos son una imagen o estampado que ocupa una pared al completo. Esa es su diferencia con el resto de papeles pintados: que no repite un patrón sino que es una única imagen que se divide en paños para poder facilitar su colocación. Se debe seguir el orden marcado en las tiras para que el dibujo quede completado.
Adquirir la cantidad necesaria de papel para revestir tus paredes es de vital importancia para no pecar ni por exceso ni por defecto. Tres son los aspectos que debes tener en cuenta para saber la cantidad de papel necesario:
- Calcula las medidas de las paredes. Mide los metros cuadrados de todas las paredes que deseas empapelar -a partir del rodapié hasta el techo y el ancho-. Si te resulta más sencillo no descontar el espacio de las ventanas ni de las puertas te dejará un margen de papel sobrante para posibles imprevistos.
- Comprueba las medidas del papel elegido. La medida estándar de un rollo de papel es 10 m de alto por 53 cm de ancho. No obstante, cada modelo tiene unas medidas distintas, así que revisa el rendimiento del rollo que quieres para tus paredes. Normalmente viene reflejado en metros cuadrados: divide el dato del rollo entre la superficie que vas a empapelar. Redondea siempre el número de rollos hacia arriba. Si el sobrante es inferior al 10% de lo que necesitas, compra un rollo adicional.
- Ten en cuenta el racor del papel. ¿Qué es el raccord o rapport? El raccord, (denominado también rapport o case) es el patrón de repetición de la misma imagen, dibujo o estampado de un papel pintado cada cierta distancia. Dicho de otro modo, es la medida que se pierde de papel para hacer coincidir el estampado; es la distancia que hay entre dos puntos idénticos del diseño del papel. Un papel con raccord es aquel con un dibujo que tiene continuidad y que hay que hacer coincidir. Cuando se coloca una tira de papel y continuamos con la siguiente, tienen que cuadrar los dibujos y para eso se tiene en cuenta el raccord.
En la etiqueta de todo papel pintado viene especificado el tipo de raccord y los centímetros de descase. ¿Por qué es tan importante conocer la medida del patrón?
1. Porque los rollos de papel tienen que ir consecutivos y sin que se perciban saltos o con el dibujo cortado entre el final de un rollo y el inicio del siguiente.
2. Para poder calcular adecuadamente el número de rollos necesarios para empapelar las paredes, ya que cuando se casa el dibujo para darle continuidad, sobra papel que no puede ser aprovechado y que hay que tener en cuenta a la hora de no quedarse escasos con los metros que se compren.
- Sin raccord. Si el raccord es 0, las tiras casan siempre y, por tanto, no se desaprovecha nada. Es el caso de los papeles lisos o a rayas.
- Con raccord. Si el raccord es 50, por ejemplo, el patrón se repite cada 50 cm.
Pero hay más tipos de raccord:
- Raccord recto: cada rollo cuadra con el siguiente a la misma altura.
- Raccord salteado: obliga a mover verticalmente el rollo para que el dibujo case. Esto conlleva un desperdicio de papel.
- Raccord invertido: una de las tiras se coloca hacia arriba y la siguiente hacia abajo. Estos casos suelen ser papeles de gran tamaño como por ejemplo los que tienen forma de zigzag.
Cuando tengas estos tres datos (medidas de tus paredes, del rollo de papel y el dato del racor), haz estas operaciones:
No podemos dejar de lado el aspecto decorativo para elegir el papel pintado. Cada estilo permite crear unos efectos visuales en la habitación que puedes explotar en tu favor según el efecto que quieras conseguir.
- Liso: el papel de colores uniformes y lisos puede hacer que la pared parezca pintada más que empapelada, sumándole las ventajas que aporta el papel. Permite combinar paredes de diferentes colores e incluso hacer franjas de distintos tonos.
- Rayas: puedes colocarlo en horizontal o vertical, en función de cómo quieras las rayas y el efecto que busques. Las horizontales hacen la pared más ancha y las verticales, más alta. Consiguen resultados elegantes, frescos… en función del ancho de las rayas y los colores elegidos.
- Estampado: existen numerosos estampados para escoger, desde los más discretos hasta los más atrevidos; de estilo clásico o moderno. Lo recomendable es combinar un estampado en una pared con un color uniforme en el resto de paredes de la habitación. Esta combinación ofrece resultados elegantes.
- Imitación de materiales: permite decorar las paredes con fondos que simulan el ladrillo o el cemento, la madera o la piedra, el terrazo, el bambú… o que imitan textiles como el lino.
En resumen, gracias al papel pintado se pueden conseguir algunos efectos visuales. En función de lo que necesites puedes escoger el que más se adapte a tus necesidades.
- Si quieres lograr que la habitación parezca más grande, elige un papel pintado de tonos claros, y a ser posible, con un diseño liso o sencillo.
- Si quieres lograr que la estancia sea más acogedora, los colores cálidos siempre van a ser tus aliados.
- Si quieres reducir la sensación de inmensidad en espacios grandes, puedes utilizar papel pintado de colores oscuros.
- Si quieres destacar una pared o delimitar diferentes espacios dentro de una misma estancia, un acierto seguro es combinar papel pintado de tonos claros con otro de colores más llamativos.
- Si lo que deseas es, alargar visualmente la habitación, te recomendamos que escojas modelos con franjas horizontales.
- Para que los techos parezcan más altos, opta por un papel con rayas verticales.
- Recuerda que también puedes utilizar el papel pintado para transformar el mobiliario. ¿De qué manera? Coloca papel en el fondo o base de una estantería o armario y disfruta de un mueble renovado.
Ya has visto las ventajas del papel decorativo para renovar tus paredes, ahora pasa a la acción, escoge el tuyo y te ayudamos a colocar el papel pintado en tu casa. Si eres de los que te has decantado por papel pintado autoadhesivo también te mostramos cómo hacerlo.