Ventilar y airear tu vivienda todos los días es muy importante para mejorar la calidad del aire, eliminar malos olores, renovar el aire viciado, contrarrestar el ambiente para ello basta con abrir las ventanas. Si por el clima, por alergias a pólenes o cualquier otra razón no puedes abrir las ventanas, es aconsejable ventilar tu casa con el sistema de Ventilación Mecánica Controlada. Una de las ventajas de estos sistemas es que minimiza las pérdidas de energía y ahorra entre un 12 y un 25% en calefacción en caso de que esté puesta.
El sistema de VMC está compuesto por una caja extractora central y un circuito de rejillas y extractores conectados mediante tubos flexibles.
Las rejillas (ubicadas en los marcos de puertas y ventanas de las estancias secas –dormitorios, salones, comedores-) permiten la entrada de aire nuevo; los extractores, instalados en el techo de cocinas y baños, regulan la salida del aire viciado.
Podemos clasificar la ventilación mecánica controlada en dos tipos: flujo simple, simple higrorregulable o doble flujo.
El sistema está compuesto por una caja extractora o central que se debe colocar en el centro de la vivienda. Es conveniente instalarla suspendida en buhardillas o falsos techos para evitar vibraciones y molestias acústicas.
Rejillas de entrada de aire del exterior que colocaremos junto al marco superior de puertas y ventanas de dormitorios, salones o comedores.
Extractores de aire que instalaremos en el techo de cocinas y baños. El diámetro recomendado para cocinas es de 125 mm y de 80 mm para baños.
Tubos flexibles de PVC que conectan las rejillas y extractores con la caja central.
El Código Técnico de Edificación establece que en baños y aseos el caudal (nivel de extracción de aire) debe ser de 54 m3/hora, mientras que en cocinas se trata de un nivel variable en función de sus metros cuadrados.
Por lo general, para calcular el caudal necesario de la cocina en metros cúbicos por hora debes multiplicar los metros cuadrados de la estancia por 7. Así si, por ejemplo, tienes una cocina de 8 m2 necesitarás un caudal de unos 56 m3/h.
Para mantener la eficacia de los sistemas de ventilación es necesario limpiar periódicamente las rejillas del polvo con una bayeta o gamuza, así como los tubos flexibles que conectan los ventiladores y extractores con la caja central.
Si el extractor de la cocina acumula grasa te recomendamos que lo limpies con agua caliente y jabón no agresivo.