Las persianas cumplen varias funciones en un hogar. Actúan como aislantes térmicos y acústicos, tamizan o evitan la entrada de luz solar y son decorativas.
El sistema más utilizado en la mayoría de casas es el de persianas enrollables (a mano o de forma automatizada) puesto que ocupan menos espacio.
Descubre cuál es la que necesitas en tu hogar y cómo funcionan.
Las persianas enrollables constan de 4 partes diferenciadas: lamas, guíacintas, cajón y sistema de recogida.
Las lamas de PVC son más económicas. Las hay de diferentes colores, principalmente en marfil, blanco y gris.
Las lamas de aluminio son más resistentes a las inclemencias meteorológicas, cuentan con aislante y son más ligeras. Las hay de diferentes tonalidades, aunque principalmente en blanco, gris y marfil. También existe una gama de colores a medida.
Puedes decantarte por lamas de 1,5 ó 2 metros de longitud. No obstante, puedes obtener tus lamas a medida.
Tope: son las piezas con forma cónica o alargada que se colocan al final de la lama con el objetivo de impedir que la persiana se cuele dentro del cajón al subirla.
Eje: es el tubo metálico sobre el que se enrolla la persiana cuando está recogida. Los hay de 40 y 60 mm de diámetro y cuentan con diferentes longitudes. Entre los de tamaño estándar, los más largos son de más de 2 metros. Sin embargo puedes cortarlos para ajustarlos al tamaño deseado.
Conteras: son piezas metálicas o de PVC que se colocan en los finales de los ejes de las persianas para la sujeción de los mismos. Complementan al diámetro del eje. Los más comunes son de 40 y 60 mm.
Polea: es el elemento que recoge la cinta al subir y bajar la persiana y evita que ésta se enrolle. Puede ser de diferentes diámetros y anchuras ya que irá en función de la anchura de la cinta. Las hay en PVC y acero galvanizado.
Tirantes: son metálicos y sirven para fijar la primera lama al eje de la persiana. Permiten su fijación fácilmente.
Persianas motorizadas: existen persianas motorizadas. Su mecanismo consiste en un motor que se introduce dentro del eje y lo hace girar automáticamente, sin necesidad de cinta ni polea. Puedes encontrar este tipo de motor en tiendas de electricidad.
Cerrojos y pinzas de seguridad: su fin es imposibilitar la apertura de las persianas exteriores desde fuera. Su instalación en ambos casos es sencilla.
Guías reductoras: se utilizan para no tener que cambiar los perfiles de guía en el caso de que quieras cambiar una persiana de lamas grandes a otra de lamas de menor dimensión. Estas se acoplan en la guía antigua y reducen el espacio. Están en gris y en blanco.
Manivela: utilizada para colocar en persianas de mucho peso con tal de actuar de polea y que la subida y bajada conlleve menos esfuerzo.