Mirillas

Es la clásica mirilla con una pestaña que al levantarla permite que veas lo que hay detrás de la puerta. Es un elemento cilíndrico con una lente de cristal que amplía lo que hay al otro lado de la puerta.

Es un tipo de mirilla que se adapta al agujero de la mirilla tradicional pero su gran ventaja es que va conectada a una cámara para mejorar y ampliar el campo de visión.

Es decir, las mirillas digitales disponen de una pantalla o monitor que se sincroniza con la mirilla que al mismo tiempo lleva integrada una cámara.

Permiten ver y captar en tiempo real y de modo mucho más nítido y agrandado lo que está pasando en ese momento al otro lado de la puerta. Este tipo de mirillas ofrece la posibilidad de grabar vídeos o hacer fotografías.

Además, permite que desde fuera no se aprecie si dentro de la casa hay alguien porque se evita la pérdida de luz al acercarse a la mirilla clásica.

Es la parte que recubre la mirilla óptica; una especie de moldura decorativa que rodea la mirilla. 

Estas mirillas ofrecen la posibilidad de grabar las imágenes y los sonidos y, por tanto, disponer de fotografías y vídeos de la gente que llama a la puerta de entrada. Pueden ser de gran valor para saber quién ha llamado cuando no había nadie en casa, para hogares con mucho tránsito de gente, viviendas que requieren de alto  nivel de seguridad o para gente que podría necesitar las imágenes para usarlas en su favor posteriormente. El sistema de grabación puede activarse automáticamente, mediante la detección de movimiento, o de forma manual.

Son aquellas cuya pantalla se enciende cuando detecta que alguien se acerca a las proximidades de la puerta de entrada.

Permite conectar el móvil a la mirilla y, de este modo, ver por el móvil, tablet u ordenador todo lo que ocurre detrás de la puerta gracias a la conexión Wifi. Así podrás ver en modo remoto, desde cualquier parte de la casa, lo que está sucediendo al otro lado de la puerta de una forma muy discreta.