Las tuberías de PVC de presión son conducciones plásticas, resistentes y duraderas empleadas para instalar sistemas de abastecimiento y distribución de agua o saneamiento. Estas tuberías permiten transportar agua a presión para uso alimentario o agrícola, siendo una excelente solución para tus trabajos de fontanería doméstica. ¿Necesitas un grifo en la fachada para regar el jardín? ¿Quieres colocar un fregadero en el taller del garaje? Te contamos cómo elegir las tuberías de PVC de presión perfectas para estos trabajos (y muchos más).
Estas tuberías están fabricadas con un tipo de plástico llamado Poli-Cloruro de Vinilo (PVC), mediante un proceso de extrusión. En estado líquido, la resina de PVC se introduce en una boquilla de sección anular: la extrusión consigue que el espesor sea homogéneo y regular en toda la sección de la tubería. Las ventajas que estas tuberías proporcionan en trabajos de fontanería (doméstica o profesionales) son varias:
La normativa que regula las tuberías de PVC a presión es la norma UNE-EN ISO 1452, relativa a “Sistemas de canalización en materiales plásticos para conducción de agua y para saneamiento enterrado o aéreo con presión. Poli(cloruro de vinilo) no plastificado (PVC-U)”, publicada en septiembre de 2010. Conviene escoger siempre tuberías de PVC de presión conformes a las normas UNE: así nos aseguraremos de que serán capaces de soportar un trabajo continuo durante más de 50 años.
A nivel doméstico (no industrial), las tuberías de PVC de presión se utilizan para montar redes abastecimiento y distribución de agua, sistemas de riego, instalaciones agrícolas y redes de saneamiento.
Una característica muy interesante de las tuberías de PVC de presión es su aguante frente la acción del cloro y los productos clorados. Por esta razón, son perfectas para montar sistemas de alimentación de agua para piscinas. El diámetro habitual en estas instalaciones es de 50 mm, aunque los vasos más grandes (piscinas olímpicas, campings…) pueden llevar tuberías de 63 mm de diámetro.
Una de las ventajas más interesantes de las tuberías de PVC de presión es, sin duda, su fácil montaje. No necesitarás herramientas especiales ni materiales costosos para montar una red doméstica, con todas las garantías de estanqueidad. Las tuberías se pueden unir mediante dos métodos:
Unión encolada. Es la más habitual y empleada. Los tubos y accesorios son machihembrados, es decir, se unen mediante un sistema de encaje macho-hembra. El método es sencillo: tras cortar las tuberías a la medida, intentando crear siempre cortes rectos y limpios, se limpia la zona a encolar con un limpiador específico y se unen las piezas mediante un adhesivo especial para PVC. El adhesivo logra un ensamblaje mediante soldadura en frío, eficaz y estanco, que aguanta muy bien la tracción (mejor que la junta elástica).
Unión con junta elástica. Es menos habitual y algo más compleja de realizar. Las tuberías llevan una junta de goma alojada en la copa de la tubería (hembra). A la hora de encajarlas, hay que aplicar un producto lubricante específico para facilitar la unión sin mover la junta elástica. Una de las ventajas de este método es que permite ciertas variaciones de dirección; es decir, no queda fijo como el encolado, sino que la tubería se puede mover ligeramente.
Cuando vayas a comprar una tubería de este tipo, además de lo indicado hay cuatro datos que debes tener en cuenta:
Las tuberías que puedes encontrar en tiendas LEROY MERLIN llevan sistema de unión encolada. Estos son los diámetros y espesores más habituales, y la presión nominal (PN) de agua que soportan:
PN 20:
PN 16:
Las tuberías de PVC de presión son ligeras, resistentes, estancas y aptas para conducir agua potable a presión. Úsalas para cualquier proyecto de riego, saneamiento o abastecimiento donde sea posible (y adecuado) emplear tuberías rígidas. En LEROY MERLIN encontrarás las tuberías y los accesorios perfectos para todos tus trabajos, y por supuesto, contarás con el asesoramiento de nuestros expertos.