En julio los rigores del calor obligan a cuidar nuestro jardín y nuestro entorno de una forma más eficiente. Son meses en los que las medidas para ahorrar agua y protegernos del calor coinciden en las tareas a realizar en nuestro jardín.
Con la llegada del verano tu jardín necesita más riego, para evitar que tu césped amarillee y tus plantas se sequen con el calor. Mantener un riego frecuente es la clave de esta época.
Las temperaturas extremas de los meses de pleno verano convierte este periodo en un momento muy comprometido para el jardín y para la factura del agua que se ve notablemente incrementada para mantener nutridas todas las plantas de tu exterior. Para minimizar estos problemas puedes optar por estas soluciones:
En general, en verano te recomendamos que riegues a primera hora de la mañana o por la noche para evitar la evaporación y no derrochar ni una gota de agua. Para las plantas puedes utilizar perlas de gel o tierra con hidro control que acumula la humedad y la libera, según las necesidades de la planta.
La frecuencia de riego depende del tipo de planta. En las plantas de interior procura que la tierra nunca esté seca del todo. Si la temperatura ambiente supera los 25º será necesario que pulverices agua también en las hojas y el follaje, porque el ambiente estará demasiado reseco. En cambio, si tienes huerto, evita siempre que el agua caiga sobre las hojas y los frutos.
En las plantas de exterior con flores es conveniente que riegues a diario en pequeñas cantidades (evitando que se formen charcos, ya que el riego excesivo ahogará tus plantas).
Si te vas a ir de vacaciones, aprovecha tu sistema de riego automático en el caso de que lo tengas instalado.
No hay nada mejor que aprovechar tu piscina privada para aliviar el intenso calor estival. Sin embargo, pueden surgir imprevistos que hagan que la calidad del agua no sea la idónea para el baño. Te ayudamos a solucionar algunos de los problemas más típicos a los que puedes enfrentarte:
En verano es de vital importancia que refresques el ambiente para sobrellevar el calor. Y qué mejor opción que humedecer y climatizar el jardín o la terraza con nebulizadores que son aparatos que proyectan el agua en forma de nubecillas en intervalos de tiempo más o menos espaciados. Este sistema es capaz de reducir la temperatura hasta 10°C.
Adquiere tu kit de nebulización o piezas sueltas para hacerlo a medida y solo necesitarás las siguientes herramientas para su instalación: llave inglesa, cortatubos, metro, teflón y lápiz.
Es tan sencillo como revisar la situación del grifo, medir los metros de tubería que necesitas y calcular la posición de los nebulizadores. Según esas medidas, elige los nebulizadores que vas a poner y, dejando una distancia de entre 40 y 50 cm entre cada uno de ellos, corta el tubo y colócalos. Asegúrate de que quedan mirando hacia el suelo. Por último, conecta el programador al grifo usando teflón. Te recomendamos que te asegures de poner un filtro para evitar que las impurezas afecten a los nebulizadores.
Mantener a salvo las semillas, cosechas y frutos maduros de tu huerto debe ser tu gran prioridad. Tus cultivos son toda una tentación para los pájaros y diversos insectos como avispas o abejorros a los que atrae su dulzor. ¿Qué puedes hacer para impedir que tus recolecciones sean el alimento de los pájaros y las plagas?
Atiende el césped con un riego regular y labores de siega periódicas. Es imprescindible que contrarrestes la incidencia del sol aumentando la frecuencia de riego: lo recomendables es regarlo casi a diario, si no llueve, para que mantenga la humedad y no se seque con el sol. A medida que suban las temperaturas deja la hierba más alta (espacia los días de siega) para mantener la humedad y protegerlo del calor y los rayos del sol. Y recuerda que en julio debes aportar nutrientes al terreno con un abono de liberación lenta.
Julio es mes para seguir cultivando begonias y gardenias. Las gardenias se usan como plantas de exterior en zonas de climas suaves y como planta de interior, en climas más extremos. Su gran atractivo estriba en sus flores, que son solitarias y en disposición terminal, además de su color blanco cremoso y su intenso y agradable olor. Es una planta a la que le gustan los suelos ácidos y suele necesitar abonados ricos en hierro porque si no sus hojas tienden a amarillear. Se recomienda colocarla en un lugar de semi sombra sin que le dé un excesivo sol directo.
Por su parte, las begonias destacan por la enorme variedad de tipos que existen, pero todas resaltan por los colores y las formas de sus flores.
Otras flores con un papel algo secundario pero que puedes rejuvenecer en julio son: los geranios, azaleas, hortensias, dalias, jazmines, orquídeas, petunias y bougainvilleas.
El verano es una buena época para eliminar las ramas secas y las flores marchitas de los arbustos; debes podar los que hayan dado flor en primavera, ya que la poda de verano tiene la ventaja de que los cortes cicatrizan más rápido.
También es momento de recortar los setos y las plantas trepadoras para darles forma. En el caso de las trepadoras conviene, también, revisar las sujeciones para garantizar su bien estado.
Además, aprovecha para podar los tallos ya florecidos de las hortensias y rosales, para que crezcan brotes nuevos y más fuertes.
Y recuerda: siempre que realices tareas de poda retira los restos para evitar que alberguen parásitos que pueden desembocar en plagas y enfermedades.
En líneas generales, con el verano en su plenitud debes realizar unas sencillas tareas de cuidados básicos del jardín que pasan por las siguientes labores: