Después de las ausencias vacacionales, los rigores del verano habrán afectado a buena parte de tus plantas y habrán proliferado las malas hierbas. En septiembre tendrás que centrar tus esfuerzos en recuperar las zonas dañadas por el sol durante el final del verano y en preparar el jardín para el comienzo del otoño.
Del cuidado de tu jardín a partir de los meses de otoño dependerá que florezca sano y fuerte en primavera. En esta estación la limpieza y retirada de hojas secas y el abono de las plantas para que se recuperen son dos de las tareas más importantes específicas de la estación. Recuerda que lo que hagas ahora influirá determinantemente en el aspecto que tendrá tu jardín la siguiente temporada. ¡A por ello!
En septiembre, a la vuelta de las vacaciones, y con un cambio en las condiciones meteorológicas (sin calor extremo ni sequía pero tampoco mucho frío) debes dedicar parte de tu tiempo a resembrar las calvas del césped y nutrir el terreno. El césped necesita cuidados que le ayuden a reponerse tras el calor del verano y otoño es el momento adecuado para escarificarlo (cavar pequeños agujeros para oxigenar la tierra), resembrar en las áreas despobladas y abonarlo con fertilizantes de liberación lenta, que son aquellos que suministran los nutrientes a la planta de forma eficaz, controlada y prolongada en el tiempo. Esto permite reducir el número de aplicaciones y de unidades fertilizantes.
Para ello, rastrillo, escoba de césped y escarificador en mano, es momento de extender las semillas de césped y el mantillo.
Comienza eligiendo un césped repoblador: una mezcla de variedades de ray-grass es idónea. Tienen un crecimiento rápido, pudiendo ver brotes en siete días en algunos tipos. Después, limpia y rastrilla la zona afectada para poder definir claramente las necesidades de resiembra. Airea ligeramente la tierra y mézclala con un poco de mantillo, pero sin caer en el exceso, y siembra las semillas y riega para evitar que se las lleve el viento. A continuación, pasando con cuidado el rastrillo, cúbrelas con la propia mezcla de sustrato y mantillo. Termina regando abundantemente. Sigue aportándole agua de forma periódica durante los siguientes días hasta la germinación y su crecimiento, pero evita el encharcamiento. Asegúrate de que la zona no se ha quedado seca por algún espacio "oscuro" en el riego. Regula y orienta las turbinas y difusores por si alguna zona no se hubiese regado correctamente.
Con la llegada de septiembre, es temporada de abonar tus plantas para nutrirlas de cara al otoño y el invierno, más que para mantener su crecimiento y floración. Estos abonos deben tener menos nitrógeno y más potasio. Te damos unos consejos para las diferentes plantas de tu jardín:
Después de los rigores del verano, muchas plantas se han quedado "feas" o con zonas secas y flores marchitas. Es hora de aclararlas y limpiarlas para seguir disfrutando de las flores.
Esta tarea pasa por podar las ramas en los arbustos, setos y árboles que hayan crecido de forma desmesurada o anárquica y las ramas dañadas y desviadas de los setos y árboles de hoja perenne. También por podar y recortar los setos para dejarles con las formas deseadas después del crecimiento del verano.
No olvides eliminar los tallos y las flores secas de las plantas vivaces, pero dejando todo el follaje posible para mantener su frondosidad. Es tu deber retirar diariamente las flores viejas y secas, sobre todo de rosales y dalias. Así favorecerás el crecimiento de las flores nuevas.
Por último, si tienes árboles ornamentales jóvenes quita los frutos para no desgastar la planta y favorecer su crecimiento de cara al año siguiente.
En otoño tienes que seguir con el control y la actuación contra las últimas plagas del verano. Es la época en la que la mayoría de las plantas inician su período de reposo vegetativo. Por eso es el momento más indicado para aplicar los tratamientos fitosanitarios más agresivos y eliminar los focos de infección causados por hongos.
Estate atento a enfermedades como el oídio (también llamado blanquilla o mal blanco), un hongo que prolifera al abrigo de la humedad ambiental y las temperaturas suaves. Si la enfermedad ya ha atacado a tus plantas, lo adecuado es recurrir a un tratamiento con un producto a base de azufre. También debes tener precaución con el mildiu (muy típico en los rosales) y la mancha negra (el síntoma que presentarán tus hojas es la aparición de manchas de color oscuro).
Y recuerda: siempre que realices tareas de poda, retira los restos para evitar que alberguen parásitos que pueden desembocar en plagas y enfermedades.
La bajada de temperaturas y el viento comenzarán a convertirse en una amenaza para tus plantas, por lo que es importante hacer todo lo necesario para protegerlas.
Las que estén en maceta colócalas en un lugar resguardado como, por ejemplo, la terraza. Después, aplica un acolchado para protegerlas de las heladas e instala tutores y guías para que las plantas crezcan erguidas, orientadas a la luz y que soporten el peso de los frutos cuando crezcan. Por último, revisa las sujeciones de las trepadoras. Con estos consejos, lograrás que tu jardín resista el invierno más crudo.
¿Qué tareas debes tener en cuenta para preparar tus plantas y cosechas para el otoño? Desde aclarear y eliminar las partes secas de las plantas (sobre todo tomateras), así como las malas hierbas, hasta recolectar hierbas aromáticas y ponerlas a secar para almacenarlas posteriormente.
Puedes sembrar plantas con resistencia a las bajas temperaturas como acelgas, apios, coles, espinacas, guisantes, escarolas, puerros, etc. En las zonas más cálidas, también se pueden sembrar tomates tardíos teniendo cuidado con las primeras heladas para proteger las flores.
En cuanto a las cosechas, en septiembre puedes recoger las últimas peras y manzanas, planta árboles frutales y cultiva las verduras de temporada: habas, espárragos o espinacas. Algunas propuestas que también coger son acelgas, apio, calabacín, coles, lechuga, patata, pepino, pimiento, tomate y rábano.
Septiembre es mes para seguir cultivando begonias y gardenias. El gran atractivo de las gardenias estriba en sus flores, que son solitarias y en disposición terminal, además de su color blanco cremoso y su intenso y agradable olor. Es una planta a la que le gustan los suelos ácidos y suele necesitar abonados ricos en hierro porque si no sus hojas tienden a amarillear. Se recomienda colocarla en un lugar de semi sombra sin que le dé un excesivo sol directo.
Por su parte, las begonias destacan por la enorme variedad de tipos que existen, pero todas resaltan por los colores y las formas de sus flores. Debes tener en cuenta que son sensibles al frío.
Plantas secundarias a las que puedes recurrir ya en otoño son las hortensias y las orquídeas. Las hortensias cuyas flores destacan por su larga duración desde primavera hasta otoño. Por lo general, les suelen gustar los suelos ácidos, donde las flores suelen ser más azules y en suelos más alcalinos suelen ser más bien rosas. Aunque lo curioso de la planta es que podemos jugar forzando estos colores con los abonos que apliquemos en el sustrato. Lo normal es forzar la flor rosa a azul utilizando abonos ricos en aluminio. Para la poda es importante tener en cuenta que las ramas que han crecido ese año no deben cortarse, puesto que de sus yemas saldrán las flores del próximo año.
De las orquídeas podemos decir que viven pegadas sobre troncos o ramas de árboles que usan como punto de apoyo, de soporte. Por este motivo les gustan los sustratos ligeros con abundante corteza de pino y dejando sus gruesas raíces sin cubrir y preferiblemente en maceta transparentes para que reciban la luz. Las flores aparecen en el extremo de tallos largos y arqueados y son de gran tamaño y perfecta simetría, lo que las hace muy atractivas,
¿Quieres disfrutar de tulipanes y narcisos en primavera? Ahora es el momento de sembrar los bulbos de otoño y las plantas anuales para que florezcan en primavera. Planta las flores de temporada como pensamientos (muy resistentes al frío), crisantemos o brezos y los bulbos de tulipanes, jacintos o narcisos que florecerán en primavera.
En líneas generales, con el otoño recién llegado a nuestro jardín debes realizar unas sencillas tareas de cuidados básicos que pasan por las siguientes labores: