Para garantizar la seguridad de la casa, la puerta de entrada debe tener como mínimo dos puntos de cierre. Si no vas a sustituirla por un modelo de puerta mejor, para que te ofrezca mayor protección te recomendamos cambiar, al menos, el cilindro por otro de mayores prestaciones o el bombín, por ejemplo con antitaladro, antibumping, e incluir más puntos de cierre, con cerrojos y accesorios adicionales.
Hay dos tipos de cerraduras: monopunto y multipunto. Ambas las encontramos de empotrar y sobreponer. Si tienes dudas sobre la que mejor se ajusta a tus necesidades, nuestros vendedores especialistas te ayudarán.
Para situar en la superficie de la puerta por el interior, sin necesidad de que se tenga que adaptar a un hueco existente. Antes de comprarlas, debes tener en cuenta el sentido de apertura de la puerta y la longitud del cilindro.
Pueden ser de empotrar o de sobreponer y accionan simultáneamente varios puntos de cierre a lo largo de la puerta.
Se colocan en la hoja de la puerta sustituyendo a las cerraduras existentes, en su mismo hueco, por lo que debes tomar las medidas de este. Son reversibles, es decir, sirven para apertura a la izquierda o derecha.
La seguridad de la cerradura viene determinada por la calidad de su material pero, sobre todo, por el número de puntos de cierre que ofrece: a más puntos de cierre, mayor seguridad. Las más seguras tienen hasta cinco puntos de cierre.
La mayoría de las veces, sí; pero no siempre. Si debes comprarlo aparte, junto con el escudo exterior, fíjate en la medida de tu cilindro actual y nivel de seguridad ofrecido.
Si vas a instalar una cerradura de sobreponer, sí. El bulón o punto de cierre sale desde el exterior de la puerta hacia el lado donde se encuentra el cerco. Para las cerraduras de empotrar es indiferente el sentido de apertura porque se puede adaptar.
En puertas de madera puedes poner cualquier tipo de cerradura. Lo más cómodo es que si vas a sustituir una cerradura de empotrar, elijas otra de empotrar también, pero puedes optar por una de sobreponer, si tapas el hueco antiguo y haces las modificaciones necesarias en el cerco. Para puertas de metal debes elegir una cerradura específica, similar a la que tenías.
El perfil de la llave también puede influir en la seguridad de la cerradura. Generalmente, los cilindros de mayor seguridad incorporan llaves planas o de puntos.
La codificación se realiza por medio de pequeños orificios de diferente profundidad realizados en la sección de la llave. Admiten combinaciones y pueden aportar otros servicios como tarjeta anticopia.
Su perfil dibuja dientes en los que se encajan los pitones, son las más fáciles de copiar y por tanto las menos seguras.
Lleva una o dos paletas, troqueladas con una forma distinta. Cada nivel del troquel acciona una placa distinta en la cerradura.
El amaestramiento es un sistema de planificado para la apertura de cerraduras, por el cual una serie de puertas pueden abrirse, además de con su llave, con una llave maestra.
No quiere decir que la llave maestra abra todas las puertas, sino únicamente aquellas para las que se ha hecho el amaestramiento.
La mayoría de los cilindros y llaves pueden amaestrarse; tener una llave maestra es especialmente útil en viviendas unifamiliares y pequeños negocios, para reducir el número de llaves que se usan y evitar su pérdida o robo.
El bumping es el forzado de puertas sin romper la cerradura. El ladrón usa una llave especial que introduce en la cerradura y golpeándola con un martillo consigue que los pistones se eleven para que, al mover la llave, se abra la puerta.
El antitaladro evita que se pueda forzar el bombín: cuando se intenta taladrar con una broca, esta se rompe antes de lograrlo. Hay diferentes niveles de seguridad antitaladro.
La antirotura del puente: El puente reforzado con una barra de acero impide que el cilindro sea partido mediante unas mordazas por el punto más débil que es el orificio del tornillo de anclaje.
Las llaves son un sistema muy eficaz para controlar el acceso a nuestras viviendas pero su pérdida puede suponer un riesgo. Existen diferentes soluciones de seguridad para controlar los accesos que permiten prescindir de las llaves tradicionales.
Manillas con teclado autoprogramable digital. Este nuevo sistema te permite eliminar las llaves de las cerraduras porque la apertura de la puerta es a través de un código de acceso que se introduce en la misma maneta. Además, te permiten:
En sistemas de control de accesos podemos elegir diferentes dispositivos: los hay que incorporan un teclado con código, los que se accede con una tarjeta de proximidad, los que combinan ambas tecnologías y también los hay que disponen de un lector de huellas. Son fáciles de instalar, y solo permiten el paso a quienes conozcan el código de acceso.
Son cerraduras que no se ven desde el exterior de la vivienda porque no tienen bombín y están instaladas por dentro. Están fabricadas en acero de gran resistencia y solo se abren con un mando a distancia. Además, son compatibles con cualquier tipo de puerta: de madera, cristal, metal... La ventaja es que el ladrón no sabe dónde forzar la puerta al no saber donde se encuentra la cerradura.
Hay sistemas de seguridad que permiten controlar la apertura de la puerta mediante diferentes elementos que no son exclusivamente la llave: huella dactilar, mando a distancia o un simple código. Y podrás controlar la entrada mediante códigos y aplicaciones manejadas desde tu smartphone.