La mejor manera de proteger documentos, dinero y objetos de valor o peligrosos dentro de tu vivienda es guardarlos en una caja fuerte. No solo estarán a salvo de posibles robos, también de accidentes domésticos o de la curiosidad de los niños. Hay gran variedad de modelos de cajas de seguridad, tanto para empotrar como de superficie, y con precios que se adaptan a todos los bolsillos. Su instalación es sencilla y solo deberás evitar situarlas en los lugares más previsibles.
Elige una caja fuerte homologada y certificada según la norma UNE-EN 1143-1 por AENOR o, como mínimo, que cumpla la norma EN 14450. Te garantizarán un elevado índice de seguridad.
Hay tres factores que determinarán el tipo de caja de seguridad que te interesa comprar:
Requieren una sencilla obra para colocarlas, pero a cambio ofrecen una elevada seguridad, ya que sacar la caja de su lugar requiere herramientas y tiempo, con lo cual, para robar el contenido de su interior, los ladrones deberían forzar la puerta in situ.
Existen modelos de cajas para empotrar en el suelo o en la pared, algunas de las cuales se camuflan en zócalos, como placas de enchufe y que son ideales para guardar objetos pequeños, como joyas. Están disponibles en distintos tamaños, pero no suelen pasar de 400x500x250 mm, ya que de mayores dimensiones, su propio peso es un elemento disuasorio como para necesitar ser empotrada.
No necesitan obra para su instalación, simplemente o bien se fijan mediante herrajes a un soporte, por ejemplo en el interior del armario, o bien se camuflan en cajones y otros lugares o su propio peso hace que no necesiten más sujeción. Existen desde pequeñas cajas de caudales para guardar en un cajón, hasta grandes armarios de alrededor de metro y medio de altura.
Camufladas o no, son cajas de seguridad baja, generalmente con cerradura mecánica y transportables, para tener a recaudo dinero ocasionalmente.
Son cajas fuertes con el tamaño adecuado para la custodia de armas. Pueden ser verticales, para guardar escopetas y rifles, como horizontales, más pequeñas, para armas cortas.
Las cajas fuertes se suelen situar en sitios disimulados, generalmente con poca luz, por lo que a veces es difícil ver con claridad su interior. Para remediarlo, se puede colocar dentro un pequeño foco led, que se encienda cuando detecte movimiento. Se fija mediante imán y funciona con pilas.
Algunos modelos de caja de apertura electrónica, ya incorporan la iluminación interior mediante led.
La apertura se produce accionando manualmente el sistema de cerradura, mediante llave o mediante combinación.
El sistema de apertura se acciona electrónicamente, tras introducir una clave numérica en un teclado. El mecanismo electrónico se alimenta con mediante pilas, que hay que sustituir cuando estén gastadas. Para evitar que la apertura quede inutilizada si se agotan las pilas, lo ideal es que incluyan un sistema complementario mediante llave o mediante conexión a la red eléctrica.
El nivel de seguridad de la caja fuerte viene determinado por el espesor de su cuerpo, la calidad de su cerradura y bisagras, el número y tipo de bulones que lleva o su peso, en el caso de las cajas de superficie.
Las placas de acero que conforman el cuerpo de la caja pueden tener a partir de 2 mm, en las cajas de menor grado de protección, hasta más de 10 mm, en las de alta gama. En las cajas empotrables, generalmente la puerta y el marco tiene un espesor mayor que el cuerpo, ya que deben incluir en su interior el mecanismo de apertura y los bulones y el cuerpo ya está protegido por el propio lugar donde se instalan.
Las cajas de mayor seguridad tienen la puerta en forma de sándwich compuesta por acero y hormigón; este puede ir mezclado con componentes (ferralla, manganeso, etc.).
Son las barras cilíndricas que salen de la puerta y se insertan en el cuerpo de la caja, cuando se acciona el sistema de cerradura. A mayor número de bulones y mayor grosor de los mismos, mayor seguridad. Además, estos pueden ser giratorios, que hacen un movimiento de espiral al introducirse en el cerco y son más difíciles de serrar. Pude llevar bulones solamente en un lado o en todo el perímetro de la puerta, lo que aumenta su seguridad.
Deben estar ocultas en el cuerpo de la caja y ser antipalanca.
La mayoría de las cajas fuertes que requieren llave como medio complementario de apertura, utilizan este tipo de cerradura en lugar del bombín o cilindro europeo. La llave tiene dos placas con distinto perfil cada una, y su ventaja es que desde fuera no se ve el perfil del bombín, que queda protegido en el interior de la puerta, y no puede taladrarse ni abrirse con la técnica del bumping (golpeo para alinear los pistones), como las cerraduras europeas.