¿Pensando en cambiar las puertas de paso de tu casa? Son elementos que conceden intimidad a las habitaciones y las aíslan del ruido y otras molestias cuando es necesario. Pero su peso estético en el conjunto de la decoración es importante. Sustituir las puertas puede transformar por completo el estilo de tu casa. Antes de elegir, en LEROY MERLIN queremos que sepas qué debes tener en cuenta ya que hay factores que influyen determinantemente en tu decisión: el diseño o la estética de la puerta -color y estilo-; el material y el tipo de apertura.
Quizás lo primero que nos planteamos al cambiar las puertas de interior es cómo nos gustaría que fueran nuestras puertas: "blancas y lisas", por ejemplo...
Y efectivamente esta decisión es importante porque en función del color y estilo que elijas, darás un efecto u otro al ambiente.
Según el color o tono. Aquí se pueden buscar diferentes matices, que responden únicamente a una cuestión estética:
En LEROY MERLIN encontrarás puertas de interior de varios colores (blancos y grises) y distintos acabados de madera en todos los tonos.
Piensa que los colores y tonalidades de madera más suaves son los que aportan más luminosidad a un espacio porque reflejan la luz y “llenan” visualmente menos. Es recomendable optar por ellos en pisos pequeños, cuando no se trata de viviendas demasiado luminosas o cuando hay muchas puertas. Dentro de este bloque, cabe destacar la calidez que aportan las puertas acabadas en tonos naturales de madera.
Por el contrario, los colores o tonalidades de madera oscuros, aunque tienen más peso visual y recargan más, también tienen presencia y se asocia a calidad. Resultan diferenciadores y personales, según el estilo. Las puertas, al igual que el resto de elementos de la decoración de la casa o los muebles, están diseñadas en función de las tendencias y hay diferentes estilos:
Una puerta de paso puede ser maciza o hueca. Las macizas son las puertas cuya estructura está compuesta por aglomerado, DM o madera maciza. Son resistentes ya que aguantan bien la contracción y dilatación con los cambios de temperatura. Aíslan bien térmica y acústicamente, lo que proporciona confort al interior de la vivienda. Por supuesto, pesan bastante. Por su parte, una puerta hueca se compone en el interior de un entramado de cartón tipo nido de abeja o colmena que da cierta resistencia a la puerta y está terminada con planchas de DM de varios milímetros de grosor en diferentes acabados. Su precio es más económico que una puerta maciza y también son mucho más ligeras, lo que facilita su manipulación e instalación. Es cierto que esta característica hace que las bisagras sufran menos con el uso continuado.
Tanto las puertas de paso huecas como macizas, pueden estar acabadas en diferentes materiales:
Otro elemento muy relacionado con el cambio de puertas de paso es el marco que la acompaña, que puede ser de MDF (resistencia moderada a la humedad), de MDF hidrófugo (alta resistencia a la humedad) o de madera maciza (resistencia muy alta a la humedad). La resistencia a la humedad se tiene en cuenta porque sufrirá más o menos deterioro si se derrama agua en esa zona o con las pasadas de la fregona en el suelo.
Ten en cuenta también si el modelo que eliges incorpora junta isofónica, que es la pieza plástica que rodea el cerco y que mejora el aislamiento térmico y acústico de la puerta, ya que consigue un cierre más hermético, al tiempo que amortigua los portazos.
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Ver servicioEl tipo de apertura que elijas puede ayudarte a ganar metros en una estancia, si así lo necesitas. La forma más convencional es la abatible, que se abre hacia el interior de un espacio, debiendo tener en cuenta que el arco de apertura quede despejado de cualquier elemento. La puerta puede tener una sola hoja abatible o dos y llevar o no un lateral fijo.
La hoja puede ser ciega (opaca completamente), vidriada (con una apertura de cristal) o de cristal (toda la hoja es de cristal). Las hojas ciegas son las que suelen predominar en habitaciones donde se requiere intimidad mientras que el resto deja que la luz fluya (el cristal puede ser transparente o traslúcido).
Es importante que antes de instalar tu puerta, pienses en el sentido de apertura. Este depende de la distribución del espacio o de los muebles que tengas ya que lo ideal es que salve posibles obstáculos. Lo más bonito es abrir una puerta y que esta quede pegada a una pared para que tengas la sensación de amplitud y apertura al entrar, viendo el espacio al completo.
Pero hay otros tipos de apertura con los que ganas metros:
- Corredera. Puede tratarse de una puerta corredera con guía vista (sobrepuesta), instalada sobre la pared para lo que siempre ha de quedar despejado el hueco en ese frente para que se deslice sobre la guía y se abra y cierre. No necesita obra. Y también hay puertas correderas en casoneto, que corren por dentro del tabique, haciendo una especie de doble muro, lo que implica obra. En este caso sí se pueden apoyar muebles en la pared ya que no interfieren en la apertura de la puerta. Las puertas correderas quedan muy bien a nivel estético en cualquier estancia y resultan casi imprescindibles en espacios de reducidas dimensiones. Cualquiera de ellas puede instalarse en una hoja o doble y esta puede ser ciega, vidriada o de cristal.
- Plegable. Son menos estéticas pero muy prácticas porque no se necesita que la pared quede libre para que se deslice, ya que se pliegan sobre sí mismas, a modo de tablas, y quedan recogidas en un extremo. Y sin obras en su instalación. Son las más habituales en zonas auxiliares tipo una despensa o cuarto de lavado.
En LEROY MERLIN contamos con una amplia gama de puertas a medida que se adapta a tus necesidades concretas, tanto en medida como en diseño. Pregunta por este servicio en tu tienda y un asesor experto te ayudará a dar forma a lo que quieres.