Un grifo termostático controla automáticamente los grados del agua que deja pasar, de modo que mantiene de forma constante la temperatura elegida, evitando así sobresaltos, enfriamientos y quemaduras durante la ducha, asunto de especial relevancia si hay niños, personas mayores o mascotas en casa que tengan una piel delicada frente a las variaciones de temperatura.
Si todavía no tienes un grifo termostático, no te pierdas este artículo donde te contamos paso a paso cómo cambiarlo.
Paso 1.1: Comprueba la temperatura que sale de tu grifo termostático. De paso, puedes mirar también la temperatura que sale en otros grifos del mismo baño. A veces la temperatura seleccionada no corresponde a los grados del agua que sale de ese grifo termostático y se hace necesario calibrarlo.
Paso 2.1: Si tienes que subir o bajar la temperatura que viene predeterminada para equilibrar bien los grados marcados, extrae el embellecedor, que se encuentra en la maneta reguladora de la temperatura del grifo. Según los modelos, puede que esté colocado a presión, (en cuyo caso tira de él para retirarlo, o sujeto mediante un tornillo, caso en el que tendrás que aflojar el tornillo con un destornillador.
Paso 3.1: Ajusta la temperatura girando con la mano el tornillo en el sentido de las agujas del reloj hasta conseguir que en el termómetro marque la temperatura deseada: la ideal son 38 grados exactos, pero existen particularidades, pues unas personas soportan el calor mejor que otras.
Aunque puedes regular la temperatura controlando los grados en el caño del grifo de bañera o en la alcachofa de la ducha, lo más apropiado es hacerlo con el mando puesto en la posición de ducha, ya que la ducha es lo que se utiliza con más asiduidad.
Si la temperatura es correcta, sigue con el proceso:
Paso 1.2: Vuelve a poner el embellecedor del mando de control de temperatura y coloca el botón de tope de temperatura justo en la posición de 38 grados.
Paso 2.2: Aprieta de nuevo el embellecedor para que haga su función, la de girar a derecha o izquierda, según se quiera más o menos temperatura por encima o debajo de los 38 grados. Coloca finalmente la tapa embellecedora que oculta el tornillo de sujeción del mando.
Existe otro modo de regular la temperatura sin tener que desmontar parte del grifo: se trata de regular los grados en la llave de paso del agua abriendo más el caudal del agua caliente y restando presión al agua fría.