Hay varias formas de mejorar y amplificar la señal del router y tu conexión WiFi. Tanto la configuración del router como su ubicación en tu casa son muy importantes para tener una buena señal de internet. En cambio, para ampliarla también existen todo tipo de opciones, sea como sea tu casa. Las conexiones WiFi sufren muchas interferencias por la presencia tanto de muebles, paredes, puertas y cristales, como de otros dispositivos inalámbricos, routers, electrodomésticos, etc. Esta situación se ve incrementada en viviendas grandes o de varios pisos, oficinas y negocios. Si la conexión WiFi es deficiente o, incluso, no llega a todos los rincones en los que se necesita acceso a internet, existen varias soluciones para incrementar la señal de tu WiFi: PLC’s, repetidores WiFi y redes WiFi mesh.
Hay diferentes dispositivos para aumentar el alcance de una red WiFi doméstica o de un pequeño negocio u oficina. Según cuáles sean tus necesidades, necesitarás un modelo u otro. También deberás tener en cuenta el tipo de conexión a internet que tienes, ya que no es lo mismo navegar a 20 megas con ADSL que con una conexión de fibra óptica con una velocidad de subida y bajada de 300 Mbps.
Todos estos aparatos se clasifican según la velocidad a la que son capaces de transmitir los datos.
Estos dispositivos amplifican la señal que transmite el router de manera inalámbrica. El repetidor WiFi recibe la señal del router y la amplifica a un radio determinado. Van enchufados a una toma de corriente. Al instalarlos, lo más aconsejables es situarlos en un punto medio entre el router y la zona en la que quieras incrementar la señal. Se configuran desde un ordenador conectado a tu red WiFi.
El PLC (Power Line Communications) es un dispositivo que transmite la señal de internet a través del cableado eléctrico. También se les llama powerline. Un PLC está compuesto por dos dispositivos: un emisor y un receptor. El emisor va conectado al router mediante un cable Ethernet y enchufado a la corriente eléctrica. Después, a través de la red eléctrica, se comunica con el receptor, enchufado en una zona de la vivienda con mala recepción de WiFi o, directamente, sin conexión.
Los receptores pueden trasladar la señal a un ordenador, SmartTV o videoconsola por dos vías:
Al conectar tu PLC se creará una nueva red WiFi, que puedes configurar para combinarla con la del router que ya tienes o mantener las dos redes (la del router y la del PLC) para diferenciarlas y utilizarlas según tus preferencias. También se pueden conectar varios receptores a un solo emisor, de manera que se pueden crear diferentes redes.
El emisor y el receptor deben estar conectados al mismo circuito eléctrico. En viviendas o negocios con varios cuadros eléctricos, tendrás que tener en cuenta que la señal no llegará si ambos elementos están conectados en distintos circuitos. Tampoco es aconsejable conectarlos a regletas, ya que su funcionamiento podría verse interrumpido o dañado. Asimismo, enchúfalos lo más lejos posible de electrodomésticos con motor móvil como lavadoras, lavavajillas o aire acondicionado para evitar posibles interferencias cuando están funcionando.
La mejor solución para mejorar los posibles problemas de conectividad de internet, ya sea porque tu vivienda es muy grande o porque hay muchos dispositivos conectados a la vez, son las redes WiFi Mesh. También conocidas como redes WiFi en malla, están formadas por un router o emisor que se conecta a tu red, y también emite datos de forma inalámbrica, y varios receptores/emisores, colocados en diferentes estancias de la casa.
Funcionan de una manera similar a los PLC, conectados a la red eléctrica. Su principal diferencia es que son inteligentes. Administran el tráfico de datos según el uso que se esté realizando y de la manera más eficiente: los dispositivos no se conectan al punto de acceso más cercano, sino al que garantice una conexión más eficaz. Así, si te estás moviendo por la casa con un dispositivo en el que se está reproduciendo una película, se irá conectando al punto de acceso que ofrezca mejor conexión.
Estos sistemas son perfectos también para asegurar el funcionamiento de todos los dispositivos de un hogar domótico, tanto la iluminación, como las persianas, la seguridad o la climatización, estén donde estén.
Si tienes un pequeño negocio u oficina en la que quieres dotar de acceso a internet a una zona determinada, existen los puntos de acceso WiFi, que conectados con un cable Ethernet al WiFi, amplifican la señal. Suelen ir colocados en el techo y son la solución perfecta para un pequeño vestíbulo o una zona de comedor, por ejemplo.
La fibra óptica plástica es sistema de transmisión específico por cable, ofreciendo una coneción más estable y fiable que las conexiones WiFi o mediante el sistema eléctrico. Los cables de fibra óptica plástica se introducen por los mismos conductos por los que va el circuito eléctrico, sin interferencias y destinado solo a la transmisión de datos.
Se trata de una alternativa a repetidores WiFi, PLC y redes WiFi Mesh, pero también a las conexiones con los tradicionales cables Ethernet (RJ45), que no pueden introducirse en el cableado eléctrico y que se colocan a la vista con grapas, desde el router hasta el dispositivo que necesita la señal.
La fibra óptica plástica ofrece una imagen más limpia, pero también garantiza la transmisión de datos a altas velocidades e inmune a interferencias electromagnéticas. Muy útil para personas aficionadas al gaming, pero también para hogares domóticos.
Las paredes, ventanas, muebles y hasta otros electrodomésticos pueden afectar a la calidad de la señal de router. Pero también su configuración o si está o no actualizado también son factores importantes.
Además de hacerte con alguno de las soluciones anteriores hay varias cosas que puedes hacer con los aparatos que ya tienes en casa para mejorar la señal de tu WiFi. Lo primero que debes hacer es comprobar dónde está instalado el router en tu casa. Lo habitual es que el técnico que va a tu casa lo coloque en una posición cercana a la conexión del cable, pero el sitio ideal es en el que mejor cobertura haya. Te damos varios consejos para que encuentres la mejor posición para tu router:
Si tienes una red abierta en casa, hazla privada y cambia siempre la contraseña que viene por defecto. Evitarás invitados indeseados en tu red y será más difícil hackearla. Puedes hacerlo mediante la configuración del aparato. Escribe en la barra de direcciones del navegador 192.168.1.1 o 192.168.0.1. La mayoría de routers pueden configurarse mediante ambas direcciones IP, pero si ninguna te funciona, suele venir indicado en la parte inferior del aparato. Al introducir esa dirección IP, deberás introducir el nombre de usuario (nombre de la red) y la contraseña del router (suele venir en una pegatina pegada en la parte inferior del router).
Elige una contraseña con estas características:
Si tu router tiene antenas (no todos las tienen), alto tan simple como su posición puede mejorar la señal. Para ello debes colocar una de ellas en vertical y la otra en horizontal, haciendo como una L. No tendrás una conexión más rápida, pero mejorará la cobertura en tus dispositivos.
Muchos de los routers actuales cuentan con tecnología doble banda, de manera que pueden conectarse tanto a la banda 2.4 GHz y a la banda 5 GHz. Cada una es distinta y tiene diversas ventajas según el dispositivo que estés utilizando. Desglosamos cuáles son las diferencias. La banda de 2.4 GHz tiene 14 canales superpuestos y tiene más interferencias, frente a los 25 de la banda de 5 GHz, que además ofrece una mayor velocidad de conexión. Eso sí, la banda de 2.4 GHz tiene mayor alcance de red, de manera que la señal llegará más lejos.
La elección de una u otra banda depende del tipo de actividad que realices y el dispositivo que emplees. Si buscas velocidad, es mejor la banda de 5 GHz, mientras que si buscas alcance o una mejor cobertura tendrás que elegir la 2.4 GHz.
El firmware es el programa básico que sirve para explicarle al router (o cualquier otro aparato) lo que tiene que hacer y cómo debe funcionar. Se trata de un tipo de software que proporciona un control de bajo nivel para el router, en este caso. Cuando compras un router o te lo instala el técnico en casa, es posible que el aparato esté sin actualizar. Hay modelos que se actualizan automáticamente, pero en otros hay que hacerlo manualmente.
Como cada router es distinto, lo más recomendable es consultar en el manual de instrucciones por si especifica cómo se actualiza el aparato. Otra opción es actualizarlo entrando en la página de configuración del router, empleando las direcciones IP 192.168.1.1 o 192.168.0.1.
Además de actualizar el firmware del router, a través de las direcciones IP 192.168.1.1 o 192.168.0.1, puedes elegir cambiar la configuración del router. Uno de los valores que puedes cambiar es el canal por el que navegas. Las redes WiFi funcionan en distintas frecuencias (canales), reduciendo las interferencias entre ellas. Pero muchos routers utilizan los mismos canales por defecto, además de que siempre habrá algunos canales más saturados que otros. Los problemas de conectarse a un canal con demasiado tráfico son habituales en comunidades de vecinos, donde hay muchas redes WiFi. Y puede provocar problemas como una señal baja, desconexiones, señal inestable o problemas para conectarse a la red.
Los routers de alta gama se configuran automáticamente para elegir los canales más descongestionados, pero en los más estándar tendrás que hacerlo manualmente mediante la configuración. Para saber cuáles son los canales menos saturados, puedes descargarte alguna aplicación móvil (como WiFi Analyzer, para Android) que rastreará la señal y te mostrará cuáles son los canales más y menos congestionados. Cada router se configura de forma distinta, de forma que tendrás que buscar mejor el canal de tu red y cambiarlo a través de su configuración. Después tendrás que reiniciar el router.