Las puertas correderas contribuyen a ganar espacio en zonas pequeñas. Se pueden utilizar en cualquier ambiente, ya sea para dividir un salón con dos hojas correderas; o para abrir la cocina a un comedor. Sea cual sea el uso que vayas a darle, hay dos maneras básicas de poner una puerta corredera: sobrepuestas con riel sobre un tabique existente o encastradas en el propio tabique.
En este artículo te enseñaremos el paso a paso para poner una puerta corredera empotrada. ¡Toma nota!
Las puertas correderas han sido siempre una solución tradicional en las casas antiguas. Pero no solo no pasan de moda sino que forman parte de las soluciones distributivas de una vivienda actual. Los modelos encastrables permiten dividir ambientes en muy poco tiempo, integrando la estructura fácilmente en un tabique. Existen estructuras para puertas correderas preparadas para forrar con obra tradicional de mortero.
TRUCO: la regulación de la hoja y el nivel se hace abriendo o cerrando el tornillo inferior con llave plana. Regula en los dos rodamientos al mismo tiempo que compruebas el nivel con el nivel de burbuja. De esta forma lograrás colocar puertas correderas con mucha más facilidad.
Para poder trabajar y colocar la guía y la hoja a nivel, debes terminar de ensamblar el armazón después de desembalarlo. Mete a tope la guía de aluminio en la parte superior del armazón.
La guía superior para la corredera debe tener unos listones embellecedores y de recrecido que hacen de marco superior. Si no los tiene instalados fíjalos con adhesivo de montaje. Coloca los tirafondos que unirán la guía a la madera vertical batiente, que sirve de precerco.
La colocación de la guía en la estructura del tabique para cartón yeso se debe hacer siempre a nivel. Pon los distanciadores metálicos del kit para guardar la escuadra durante la instalación. Se retiran antes de colocar la hoja.
2.1. Introduce en la guía superior metálica del armazón los rodamientos en la posición correcta. Mete después el tope exterior de la puerta, que servirá de freno. Fija el freno en su posición.
2.2. Las pletinas para la hoja suspendida hay que atornillarlas al canto superior. Centra su posición y fíjalas con tornillos de al menos 45 mm de largo. Coloca las pletinas a entre 10 o 15 cm desde el extremo.
2.3. Atornilla en el suelo la guía inferior por donde se desplazará la hoja sin salirse de la ranura. Centra la posición en el bastidor para la corredera y mete tacos si el suelo es de obra. Si es de madera, atornilla directamente.
2.4. Haz los taladros con broca de pala para los tiradores de la puerta, en este caso con uñeros. Utiliza la broca correspondiente, según el diámetro de los tiradores.
Ponlos separados 2 cm del extremo.
2.5. Cuelga la hoja en su lugar, en los vástagos roscados de los rodamientos. Si tienen arandela, esta debe quedar por encima de los soportes, sobre los que presionará mejor.
Después de regular la altura, fija los rodamientos con la tuerca superior y la arandela.
3.1. Corta a medida los perfiles utilizando una sierra ingleteadora.
Como último paso para poner puertas correderas, debes meter los burletes de goma en el perfil de la moldura batiente y los finos fieltros en los perfiles de los laterales del “casoneto”.
¿Lo sabías?
La palabra “casoneto” alude a una estructura metálica o guía para puerta corredera encastrable. Un auténtico kit que incluye todos los mecanismos necesarios para sujetar una puerta suspendida. Este armazón se debe colocar sobre el suelo ya terminado, es decir, sobre madera, laminado, cerámica… Esa será la cota cero de inicio de la instalación.
3.2. Pon puntos de adhesivo de montaje en las ranuras de los perfiles laterales y mételos presionando en la lengüeta vertical del frontal del casoneto.
3.3. Encola de la misma manera el reverso del perfil para embellecer la moldura batiente de madera que ha servido de premarco de instalación. También la puedes clavar o atornillar, cubriendo con masilla las cabezas.
3.4. Otros perfiles a medida ocultan los rodamientos superiores. Los debes atornillar a las maderas del montante superior de la guía para poderlos desmontar en caso de necesidad de regulación de la puerta. Haz un pretaladro previo por el canto para poder embutir un tornillo largo de fijación.
Y con todo esto ya podrás poner puertas correderas sin ningún tipo de problema. Si vas a ponerte manos a la obra y te surge alguna duda, no te preocupes, consulta a nuestros expertos en cualquiera de nuestras tiendas y estarán encantados de ayudarte.