Los fregaderos son muy duraderos pero soportan mucho desgaste, golpes, arañazos y están en contacto con productos de limpieza que pueden provocar que pierdan el brillo. Por eso, hay que renovarlo. Lo correcto y menos pesado es que montes la válvula de desagüe, grapas de sujeción, masilla de estanqueidad y el grifo con sus latiguillos en el fregadero antes de instalarlo en la encimera. El trabajo será más seguro y fácil.
Debes escoger primero el fregadero que quieres. Si vas a sustituir uno antiguo, debe ser de la misma medida, para que no haya que rectificar en la encimera. Si la encimera es nueva lo tendrás más fácil, pues puedes adaptar el hueco al fregadero que sea más de tu agrado.
1.1. Prepara la válvula del fregadero, según el tipo de desagüe que tenga, normalmente relacionado con el diámetro del mismo. Desmonta cada una de sus partes con un destornillador.
1.2. Coloca la propia válvula por debajo del fregadero y, por la parte del seno, la junta de estanqueidad y la boca de la válvula. Con un destornillador manual aprieta la válvula procurando que quede bien fija y centrada dentro del hueco de desagüe.
1.3. Coloca el rebosadero, según el modelo elegido y adaptado al tipo de fregadero. Una parte va en la válvula de desagüe y la otra, con una junta de estanqueidad, en la rejilla por donde rebosaría el agua en caso de llenarse el seno del fregadero.
1.4. No te olvides de apretar bien con un destornillador el rebosadero por la parte interior del seno.
1.5. Coloca ahora las grapas correspondientes en el perfil metálico preparado para ello en la parte inferior del fregadero. Coloca las recomendadas por el fabricante, según el tamaño del fregadero. Normalmente las grapas entran a presión.
1.6. A continuación, debes poner la cinta o masilla de estanqueidad que puede estar incluida con el fregadero o comprarla de manera independiente. Como alternativa se puede aplicar un cordón de silicona.
1.7. Prepara el grifo. Introduce los dos latiguillos en sus orificios correspondientes, uno para la salida del agua caliente y otro para la salida del agua fría.
1.8. También debes introducir uno o dos vástagos o varillas roscadas de apriete, según el modelo del grifo.
1.9. Introduce la junta de goma y su correspondiente pletina de apriete en el vástago o los vástagos del grifo.
1.10. Mete a mano el tornillo o los tornillos de apriete que acabarán sujetando fuertemente el grifo a la superficie del fregadero.
1.11. El apriete definitivo del tornillo se hace en la mayoría de los modelos de grifo con una llave de tubo, normalmente de 12 mm. Esta operación se puede rematar por debajo una vez colocado el fregadero en la encimera.
2.1. Coloca el fregadero en el hueco de la encimera. Ten cuidado con las grapas, para que no dañen la encimera. Ten la precaución de tener a mano alguna llave de paso de escuadra nueva, pues al manipular las antiguas te puedes dar cuenta de que hay pequeñas fugas y necesitas un cambio. También te interesa tener latiguillos nuevos más largos para que se adapten bien a las medidas de tus tomas o unos pequeños para alargar los propios del kit del grifo.
2.2. Aprieta por debajo de la encimera cada una de las grapas. Utiliza un destornillador manual o a batería. Notarás cómo el fregadero queda perfectamente aprisionado a la misma.
2.3. Posiciona ahora bien el grifo por la parte de arriba del fregadero, según sea el modelo de tu grifo. Comprueba que el caño caerá donde corresponde. Termina de apretar bien las tuercas de sujeción por la parte de abajo.
2.4. Coloca ahora los latiguillos en cada una de las llaves de paso de escuadra. Recuerda, a la izquierda la del agua caliente y a la derecha la del agua fría.
2.5. Aprieta primero con la mano y finalmente con una llave inglesa.
2.6. Coloca el desagüe a la válvula del fregadero. Estará todo listo para usar.
2.7. Abre las dos llaves de paso y el grifo y comprueba que no hay ninguna fuga.