Instaladas en lugar de la válvula de control manual, las válvulas con cabezal termostático permiten ajustar la temperatura de confort de cada estancia teniendo en cuenta los aportes de calor gratuitos como el sol sobre las superficies acristaladas.
Descubre en este vídeo el paso a paso:
Deberás vaciar el circuito de agua de la instalación antes de desmontar la válvula existente. Si el radiador está en alto, un vaciado parcial podría ser suficiente. En caso contrario, deberás abrir la válvula de vaciado de la caldera y el purgador del radiador más alto hasta completar la purga.
A continuación, desenrosca la tuerca que une el radiador con la válvula existente. Dicha tuerca de ajuste cónico está atornillada en la rosca de la válvula.
Suelta ligeramente la antigua válvula tirando un poco de la tubería para separarla. No dudes en retirar una o dos abrazaderas de pared de la tubería para darle más juego. A continuación, desenrosca el cuerpo de la válvula para separarla del racor roscado de la tubería de calefacción.
El desmontaje del racor cónico puede variar de un modelo a otro. Algunos tienen forma hexagonal dentro del racor y se desmontan con la llave correspondiente. Otros tienen dos pestañas enfrentadas en cuyo caso se deberá utilizar una llave para válvulas.
Las válvulas termostáticas suelen tener las mismas dimensiones y uniones que los modelos clásicos aunque siempre conviene comprobarlo en especial si se trata de un radiador antiguo.
Dependiendo de la configuración existente, tendrás que elegir entre una válvula recta o en ángulo. El cabezal termostático que se coloca en esta incluye un bulbo que actúa sobre una aguja que se encuentra en el cuerpo de la válvula para ajustar el caudal de agua.
Si sustituyes el racor de rosca cónica del radiador, estría ligeramente la parte superior de la rosca con una hoja de sierra o un cúter para mejorar la adherencia de la estopa. Cubre después la rosca del nuevo racor con una pequeña cantidad de pasta para juntas. Enrolla tres vueltas de estopa bien extendida girando en el sentido de las agujas del reloj y enrosca el racor.
A continuación, rellena con pasta para juntas y estopa la malla del racor de entrada de agua y vuelve a aplicar una pequeña cantidad de pasta para juntas antes de enroscarla en la nueva válvula. Antes de terminar de enroscar, detente frente al racor cónico del radiador.
Enrosca la tuerca en el cuerpo de la nueva válvula. La impermeabilización está asegurada gracias a las partes cónicas de ambas piezas, sin junta.
Coloca el cabezal termostático enfrente de la aguja. Presiona la válvula con una mano y con la otra aprieta la anilla de fijación. En algunos modelos, la fijación se realiza mediante engarzado o trinquete. Ajusta el cabezal termostático colocando la apertura máxima hacia el índice. Vuelve a llenar el circuito de calefacción y púrgalo para eliminar las posibles burbujas de aire.
Los cubre radiadores, las baldas o cortinas pueden dificultar el funcionamiento del cabezal termostático. Si fuera necesario, existen modelos con válvula y mando a distancia para controlarlo.