Las alfombras son más que un elemento decorativo de nuestro hogar. Aportan la calidez y la comodidad que nuestros suelos necesitan. Por eso, sabemos lo importante que es para ti mantenerlas limpias y con el mismo aspecto del primer día. Te enseñamos cómo cuidar y limpiar tu alfombra.
Descubre en este artículo más sobre los tipos de alfombras según su composición. Y si estás muy interesado en saber más sobre este elemento decorativo, te recomendamos que eches un vistazo a cuáles son las mejores alfombras según la recomendación de nuestros expertos.
Alfombras que puedes meter en la lavadora
En LEROY MERLIN contamos con una gama de alfombras lavables perfectas para usar en cualquier estancia. Estas alfombras son ideales para colocar en zonas de paso y espacios infantiles. Una de nuestras recomendaciones es la alfombra Viena: fabricada con un material 100% reciclable y de calidad, es más blanda y menos rígida que las habituales. Podrás meterla en la lavadora para eliminar todas las manchas y, como también entra en la secadora, en poco tiempo la volverás a tener como nueva. Mira este vídeo donde te contamos todos sus beneficios:
¿Puedo tener una alfombra en mi casa si vivo con una mascota? Esta suele ser una pregunta recurrente entre los dueños de perros y gatos. Por supuesto que se pueden compatibilizar; los amantes de los animales domésticos no tienen por qué renunciar a las alfombras por tener en casa un perro o gato. Simplemente tendrás que elegir las que resulten más beneficiosas para tus mascotas y adoptar unas precauciones de mantenimiento para conservarlas en perfecto estado.
Lo recomendable en estos casos es:
Seca los líquidos con una toalla de papel o con un paño absorbente lo antes posible para que la mancha no se adhiera a la superficie. Si hay sustancias sólidas, recógelas primero.
Pasa un trapo, de algodón y sin color, con un producto de limpieza específico para limpiar alfombras o con agua jabonosa si no es una mancha complicada. Enjuaga el área con agua limpia y una esponja después de haberla limpiado. Es importante que antes de aplicar ningún producto leas las instrucciones del fabricante.
Una vez pasados los productos necesarios y aclarada la alfombra, sécala utilizando una toalla limpia, un secador de pelo o incluso pasando el aspirador.
Cuando tenemos mascotas en casa, el cuidado de nuestra alfombra puede ser más delicado, los pelos o los restos que pueden dejar en tu alfombra requieren una limpieza especial.