Las juntas vistas de una fachada de piedra o ladrillo se acaban deteriorando con el tiempo. Renuévalas para devolver a la construcción toda su categoría y protegerla ante las filtraciones.
Descubre en este vídeo el paso a paso:
Paso 1.1: Sanea las juntas
CONSEJO: En una fachada de ladrillo o para juntas de cemento muy resistentes puedes utilizar como herramienta un disco montado en una amoladora que permite vaciar las juntas antiguas con precisión.
Desempolva cuidadosamente los espacios entre las juntas y la superficie de la pared con el cepillo metálico. Aprovecha para comprobar la sujeción de los ladrillos.
Paso 1.2: Sellado de bloques sueltos
CONSEJO: Sustituye los bloques ajustando el espacio de las juntas con pequeños trozos de ladrillo o piedra. Aplástalos bien de forma que queden integrados en el mortero.
Paso 2.1: Prepara el mortero
CONSEJO: el mortero para juntas está disponible en varios colores además de los habituales en blanco, beis y gris.
Paso 2.2: Rellena las juntas
La piedra
CONSEJO: Si hace calor, rocía ligeramente la fachada con agua (lluvia fina) dos horas después de haber unificado las juntas. Al humidificarlas, se evita el secado de las juntas que de lo contrario podrían desprenderse.
El ladrillo
Tratamiento hidrófugo
CONSEJO: Existen productos hidrófugos “mineralizados” aplicables a diferentes tipos de paredes: hormigón, piedra o ladrillo.