2.1. Conecta el aparato en la modalidad que desees buscar, ya sea metal, incluidos cables, o madera; y apóyalo en la pared. Verás que está encendida la luz verde: es la indicación de que está funcionando, pero que no ha encontrado todavía nada.
2.2. Muévelo a lo largo de la pared o donde creas que puede haber una tubería. Cuando se aproxime se encenderá la luz roja y emitirá una señal acústica. En la pantalla indicará a la distancia aproximada a la que se encuentra.
El detector de metales no funcionará correctamente sobre paredes con aislante que incluya lámina de aluminio o paredes demasiado húmedas. Asegúrate de que tus muros no tienen ninguno de estos condicionantes antes de usar el dispositivo.
2.3. Haz lo mismo para hallar conductos eléctricos. Recuerda que solo los localizará si pasa corriente por ellos; por eso, para buscar los cables que encienden las lámparas conecta los interruptores de la habitación.
Sin embargo, el detector puede detectar y avisar de instalaciones eléctricas sin tensión, como si de otro elemento de metal se tratase, siempre que sean de cable rígido de alma maciza, no de cable flexible de múltiples hilos.
2.4. Si necesitas marcar por dónde va la conducción eléctrica o la canalización de agua, introduce un lápiz en el orificio que lleva el aparato o apóyalo en la muesca que suelen tener en el centro de la parte superior.
2.5. Para detectar estructuras de madera, oprime el botón que indica madera. Si tu aparato incluye botón zoom o focus, oprímelos también, para ampliar el campo de búsqueda.
2.6. La detección se lleva a cabo gracias a un sensor situado en la placa base que debe estar siempre limpio. Cuando hayas terminado de usar el dispositivo, límpialo con un trapo seco.