El diseño y el acabado —mate, cromado, brillante o de color— marcan el estilo de un grifo. Si está en línea con la estética del lavabo sumará armonía en el baño. Por esta misma razón, conviene elegir de la misma serie los grifos para el bidé, bañera o ducha.
Son los más habituales por lo que hay gran variedad. Este tiene algo especial: el agua cae en cascada cerrada.
Hay grifos realmente especiales: en este se ve la salida del agua a través del cristal. El agua cae en una fina cascada.
El agua sale iluminada y cae en cascada. Un capricho útil: los leds cambian de color según la temperatura del agua.
Ideales para lavabos de sobreponer. Y si el agua cae en cascada (como en este modelo) duplican su elegancia.
Con accesorios y complementos podrás inyectar nuevos aires al cuarto de baño, gastando muy poco. Los hay para colocar encima del lavabo y para fijar en la pared. Además, junto con alfombrillas, cortinas, toalleros y cestos sirven para acentuar el color predominante. Así conseguirás una unidad estética que resulta muy atractiva.