No te quedes sin disfrutar de tus comidas asadas y a la parrilla por no poder encender las brasas a la primera. Ya sea una barbacoa de fuego o de gas, te mostramos los pasos para conseguir las brasas perfectas y preparar tus comidas de verano.
No olvides tener una fuente de agua próxima a la barbacoa; disponer de una superficie para posar la chimenea de encendido caliente (puede ser el mismo suelo si es de piedra o de cerámica o un paño húmedo).
Coloca en la base de la chimenea papel de periódico arrugado para favorecer el encendido.
Llena la chimenea de carbón y apártala.
Coloca las pastillas de encendido en la parrilla y enciéndela.
Coloca la chimenea metálica con el carbón y espera a que vaya cogiendo temperatura: las brasas estarán listas en unos 20 minutos; lo sabrás porque las brasas toman un color blanco. Si no tienes chimenea de encendido, coloca las pastillas de encendido entre el carbón y espera a que prendan, aunque tardará más tiempo en coger la temperatura (uno 45 minutos).
Paso 6.1. Vuelca las brasas en la barbacoa, siempre con los guantes puestos. Retira la chimenea caliente al lugar que has reservado para ello.
Paso 6.2. Extiende las brasas con las pinzas por toda la barbacoa.
Coloca la parrilla para asar.
Si, en tu caso, tu barbacoa es de gas, tendrás que hacer caso a los siguientes pasos para encenderla.
Coloca la bombona de gas en un lugar próximo a la barbacoa pero que no entorpezca su uso. Quita el tapón de seguridad que lleva la bombona y, en su lugar, pon la válvula en posición de cerrado ya conectada al regulador y a la manguera por donde transitará el gas.
Para que comience a subir el gas, debes accionar la válvula de apertura de la bombona.
Y, por último, enciende la barbacoa: basta con girar el mando del fogón para que deje entrar el gas.