Estos aparatos proporcionan electricidad para realizar tareas de bricolaje, jardinería o en entornos industriales, a cierta distancia de una toma eléctrica.
Los enrollacables sirven para recoger, guardar y transportar varios metros de cable, pero su principal ventaja es que permiten conectar una o varias herramientas eléctricas a la vez, a cierta distancia de un enchufe fijo.
Además, resultan mucho más cómodos de recoger y de transportar que una manguera convencional, ya que con un sencillo giro de manivela puedes enrollar la totalidad del cable sin que este se retuerza o se creen nudos.
Asimismo, puedes desenrollar todo el cable o solo la longitud que necesites. En este caso, recuerda que la potencia admitida disminuye o aumenta en función de la cantidad de cable que quede dentro, ya que al estar enrollado genera calor.
Existen modelos para interior exclusivamente y otros que pueden ser usados tanto en el interior como en el exterior. Todos ellos cuentan con patas o base para ponerlos de pie, un asa para facilitar su transporte y la rueda en la que se enrolla el cable.
El tipo de cable suele ser de seguridad, de 3 hilos y de 1,5 milímetros cuadrados de espesor. La longitud del cable oscila entre los 5 y los 50 metros. Pueden tener una toma o más, para alimentar varios aparatos a la vez.
Los hay de tipo industrial, para bricolaje y especiales para jardín.
Cuando vas a trabajar con un cortacésped, un cortasetos o cualquier otra máquina eléctrica de jardinería, no siempre puedes contar con un enchufe cerca. Por otro lado, la longitud del cable de este tipo de máquinas suele ser bastante reducida.
Los enrollacables de uso exterior, diseñados para realizar tareas de jardinería, son muy útiles en estos casos. Todos ellos con un índice de protección adecuado para ser usados en el exterior (IP44 o superior).
Suelen tener el cable de un color llamativo, para que destaque sobre el césped. Algunos vienen equipados con un foco de luz, por si se te hace de noche realizando el trabajo. También los hay que incorporan un soporte para poder fijarlos a la pared en el caso de que lo uses con cierta asiduidad.
Para realizar una obra o cualquier tarea de bricolaje en casa es imprescindible tener un sitio donde enchufar herramientas como un taladro, una amoladora, o una sierra, entre otras.
El uso de un enrollacables es la mejor opción, tanto por la longitud del cable, como porque te permite contar con varias tomas. Una vez acabes el trabajo, solo tienes que enrollarlo de nuevo para dejarlo recogido.
También los hay equipados con un pequeño foco o con soporte.
Los modelos de enrollacables pensados para su uso industrial tienen características específicas que los hacen más adecuados para ello: enchufes con toma de tierra lateral, clavijas y bases tipo CETAC, protección IP67…
Independientemente del uso para que estén destinados, los enrollacables pueden contar con una serie de funciones especiales que mejoran la experiencia de uso.