Si con una estufa de gas convencional gastas 23 bombonas por invierno, con estas necesitas solo 10. ¡Un ahorro de más del 50%! La clave está en el novedoso termostato de bajo consumo, capaz de mantener constante la temperatura deseada con un gasto mínimo de butano. Te contamos sus principales características y ventajas, no te pierdas este vídeo:
Cualquier sistema de calefacción que tenga un termostato regulable ayuda a ahorrar. Ajustas la temperatura y así solo consumes la energía que necesitas. ¿Cuál es la diferencia con el nuevo termostato de bajo consumo? Es mucho más preciso: el quemador principal se apaga completamente al alcanzar la temperatura elegida. Y se enciende automáticamente cuando hace falta.
El resultado: un mayor ahorro y una temperatura estable constante. Disfrutas de un ambiente confortable, sin picos de frío o calor. Y te olvidas de estar ajustando la temperatura a cada rato.
Al ser novedoso, pocos modelos cuentan con este tipo de termostato. Como la estufa Equation Eco, o las TCM con termostato “ON-OFF” (= bajo consumo). Todas ellas de venta exclusiva en LEROY MERLIN.
Una estufa de gas convencional, encendida 4 horas cada día consume dos o más bombonas al mes. Las que tienen el nuevo termostato de bajo consumo no llegan a agotar una bombona. El ahorro está avalado con pruebas de laboratorio: se comparan dos estufas de la misma potencia (4,2 kW) para calentar un espacio de 30 m2.
¿Y si usas la estufa 8 horas por día durante los 6 meses de invierno? El ahorro aumenta significativamente: con una estufa con termostato de bajo consumo consumes 16 bombonas, frente a las 31 de una estufa convencional. Con un coste de 13€ por bombona, ahorrarías casi 200€ cada año.
¿Enciendes la estufa unas 6 horas por día? Gastarías solo 10 bombonas en todo el invierno, frente a las 23 de una estufa convencional.
Las nuevas estufas con termostato de bajo consumo ofrecen todos los beneficios de la llama azul:
- Mayor eficiencia. La ignición del gas se produce a una temperatura más elevada. Por eso se aprovecha mejor el combustible y la emisión de calor es mayor.
- Calor más rápido y mejor repartido. Normalmente tienen dos salidas de calor: por la parte frontal y por la superior. Así se crea un flujo de aire comparable al de los termoventiladores. Y se calienta la habitación más rápidamente que con otras estufas de gas.
- Más duraderas. El quemador de acero donde se produce la combustión del gas tiene una duración, en principio, ilimitada. Y no necesita mantenimiento.
Además, cuentan con todas las medidas de seguridad que exige la normativa europea.