La luz de exterior mejora la visibilidad y aumentan la seguridad en jardines y terrazas, además de tener una función decorativa. Los apliques de exterior suelen ir colocados en paredes o fachadas, incrementando la luz y la seguridad en zonas de entrada y de paso.
Los apliques de exterior son lámparas fabricadas con materiales más resistentes que las de interior, para así soportar no solo los cambios de temperatura y las humedades, sino también evitar que se filtre el agua y el polvo. Pueden utilizarse tanto para proporcionar con mayor sensación de luminosidad o iluminar una zona concreta.
Estas luminarias de exterior van ancladas a la pared y pueden cumplir tres funciones diferentes: la principal es iluminar tanto zonas de paso, como los caminos hasta a la puerta de acceso a la vivienda, la zona de la entrada para ver quién llama o la cerradura cuando es de noche, así como partes de tu jardín, terraza o porche.
También garantizan la seguridad, ya que las luces encendidas actuarán como elemento disuasorio ante posibles intrusiones. Y, finalmente, obedecen también a unos criterios estéticos, ya que las luces de exterior también decoran, crean ambientes, diferencian espacios, etc. Son la mejor opción para disfrutar de un jardín con luz y seguro durante todo el año.
Existen muchos modelos de diversos estilos, formas y colores, para que encuentres la que se adapte a la decoración de tu jardín. Aun así hay varios elementos que las diferencian:
- Según la luz que proporcionan:
- Según su tecnología: existen apliques de exterior que llevan bombilla, mientras que si quieres una opción más ahorradora, es recomendable una solución led, que aporta mayor luminosidad y consume menos. Además, en los modelos en los que la bombilla no va integrada, siempre puedes elegir una bombilla led o de bajo consumo.
- Según su fuente de alimentación:
En las luminarias de exterior (así como en las que van situadas en zonas húmedas del interior de la casa como el baño) hay un elemento fundamental a tener en cuenta: el Índice de Protección. Este índice tiene dos números: el primero se refiere a la protección de agentes externos (polvo), mientras que el segundo va referido a la protección frente a la filtración de agua. Cuanto menor es el número, menor es la protección.
Para las lámparas de exterior, el Índice de Protección ideal debe ser entre 44 y 68 para garantizar una protección eficaz ante los elementos de exterior.