Si estás pensando en colocar un desagüe nuevo en tu fregadero porque no funciona bien o porque quieres cambiar el modelo, es importante que cuentes con la información suficiente para hacerlo. Si además vas a cambiar el fregadero, te recomendamos que aproveches para poner válvula y sifón nuevos.
Lo más importante es colocar correctamente las juntas de estanqueidad entre las válvulas y los manguitos para evitar fugas de agua. A continuación te explicamos paso a paso cómo cambiar el desagüe del fregadero. ¡Toma nota!
Para poder usar el fregadero de tu cocina con normalidad, es necesario que el desagüe esté en perfectas condiciones. El principal motivo por el cual nos vemos en la obligación de tener que cambiarlo es cuando hay pérdidas de agua. Estas pueden deberse a varias causas, desde que una pieza o tuerca se haya aflojado, hasta que las juntas de unión estén deterioradas y no cumplan con su cometido. También puede deberse a que alguna de las juntas se haya movido de su sitio y haya perdido su acople. Por tanto, si ese es el problema que sufre tu fregadero, lo primero es detectar el lugar por donde pierde agua e intentar reajustarlo.
Otro motivo para cambiar el desagüe del fregadero es querer cambiar el modelo por estética o funcionalidad. En este caso, es importante que consultes con un experto para que te cuente las prestaciones de cada uno, de forma que puedas valorar qué tipo de desagüe le va mejor a tu fregadero.
Para que el desagüe nuevo del fregadero tenga una vida larga y útil, es importante que tengas en cuenta algunas tareas de mantenimiento:
Quita la pieza antigua y ten cuidado al vaciar el contenido del sifón. Es recomendable que pongas un cubo debajo.
Desmonta las válvulas viejas de ambos senos y limpia muy bien la zona donde se ubicarán las nuevas válvulas.
Una vez quitado el desagüe del fregadero viejo, decide qué tipo de sifón de desagüe necesitas: simple, doble o un fregadero con dos senos. Se instalan igual; lo importante es ir haciendo bien las uniones de los manguitos telescópicos, ajustables en altura y del sifón, que irá unido a la salida general del desagüe. También es imprescindible comprobar el diámetro de la salida a la tubería general de la pared y de qué diámetro es el manguito de salida de la válvula, pues todas las piezas deben ser del mismo calibre.
Comprueba si tienes que desplazar la salida de PVC general por motivos de espacio o instalar el enganche, si no está hecho. En ese caso tendrás que unir manguitos de PVC flexible o codos, según la situación del espacio bajo tu fregadero. El tipo de sifón también es importante. Infórmate del que mejor se adapte a tu casa.
Las formas de hacer el sifón son también variadas: la más clásica, con el sifón curvo con racor de unión a la salida, pero hacen la misma función el sifón de botella, el sifón vertical o el extensible. También existen modelos de sifón simple que realizan la unión con el manguito de salida de la válvula del fregadero y con tubería de desagüe de PVC a presión, sin necesidad de enroscar en ningún punto. También hay modelos cortos o con salida vertical, para que siempre encuentres la solución apropiada a tu necesidad.
3.1. Instala la válvula del rebosadero del fregadero, normalmente con una pequeña salida a la válvula general.
3.2. Acerca la válvula a su posición debajo del fregadero para poder colocar la tubería del rebosadero y el apriete de la válvula desde el interior del seno.
3.3. Atornilla la boca de la tubería del rebosadero con un destornillador para que la junta trasera quede bien aprisionada y garantice la estanqueidad en caso de que rebose agua. La buena colocación de la junta de estanqueidad, más gruesa que el resto de juntas del fregadero, es básica para que no haya filtraciones al abrir el grifo. Esta es una de las partes por las que puede haber más fugas. Asegúrate de que la junta está colocada en su posición, a veces no es igual por los dos lados, y que está centrada, además de tener cuidado para que no se desvíe mientras aprietas la válvula.
En la colocación de un desagüe de fregadero hay que poner especial cuidado en la colocación de las gomas de estanqueidad. La goma de unión de la válvula del fregadero y el primer manguito en recto del desagüe es normalmente plana y se coloca entre ambas piezas para garantizar que no haya fugas después de apretar la rosca del manguito en la salida de la válvula. Las demás gomas de estanqueidad de las diferentes partes del desagüe sifónico suelen tener forma ligeramente cónica. Se colocan en los distingos manguitos, siempre metiendo primero la parte más fina; así al apretar la rosca, se va presionando la goma hasta conseguir una perfecta unión con la pieza a la que se va unir el manguito. Si no se acierta a la primera y hay fugas, hay que volver a intentarlo, desenroscando, revisando la posición de las juntas y apretando bien de nuevo.
3.4. Coloca la válvula del rebosadero del fregadero, normalmente con una pequeña salida a la válvula general. Debes tener especial precaución a la hora de colocar la válvula, para evitar tener que rectificar.
3.5. Atornilla la sujeción de la válvula desde el interior del seno con un destornillador.
4.1. Primero, coloca el manguito recto a la salida de la válvula. Comprueba que en la rosca está puesta la junta de estanqueidad. En el fregadero de doble seno coloca las dos piezas. Enrosca y aprieta.
4.2. A continuación coloca la pieza curva del sifón. Primero debes meter la tuerca de apriete, después la junta cónica y finalmente enroscar fuertemente. Haz lo mismo en los dos lados.
4.3. El siguiente paso es colocar la pieza en T que une los dos sifones y que se conectará a la salida general del desagüe. Actúa igual, primero la tuerca de apriete, después la junta de estanqueidad cónica y finalmente enrosca. No enrosques del todo, para hacer los ajustes finales.
4.4. Ajusta la posición de la T en el desagüe del seno contrario. Mete la tuerca de apriete, después la junta en su posición y aprieta hasta dejar igualado con la otra parte. Nivela y centra la posición de los dos sifones para que queden en posición correcta para empalmar a la salida del desagüe general.
4.5. Localiza la tubería de PVC de la salida al desagüe general y mete la tuerca de apriete y la junta en la posición acertada. Recuerda, la parte más fina irá junto a la rosca y la parte más ancha quedará dentro de la tuerca de apriete.
4.6. Une ahora la T de los sifones y enrosca fuertemente para sellar la junta de la tubería general de PVC y el conjunto del sifón de desagüe. Ajusta apretando con la mano fuertemente en todas las uniones que has hecho. Comprueba que todas encajan perfectamente.
4.7. Abre el grifo y asegúrate de que no hay ninguna fuga por ninguna de las uniones hechas, incluida la junta de la válvula. Pasa un dedo seco o un trozo de papel higiénico debajo de cada rosca y notarás fácilmente el fallo, si existe.
4.8. Hay desagües dobles que solo tienen un sifón de botella con salida hacia el desagüe general. Las salidas de los dos fregaderos se unen a él con una pieza en T. Pero las uniones son todas similares. Ajusta la altura para encajar en el desagüe del fregadero.
Puedes aprovechar para colocar una salida para desagüe de lavavajillas o lavadora si tus electrodomésticos no tienen desagüe propio a la general. De esta manera evacuarían el agua al sifón del fregadero sin problemas. Esta toma está incluida en muchos modelos de sifones, especialmente en los dobles. La manguera de desagüe del electrodoméstico se atornilla con una abrazadera fuertemente a esta toma. Recuerda que antes de usarla debes quitar una pieza que suele llevar para evitar fugas de agua si no se utilizara de momento esta salida.