Los expertos en seguridad dicen que la mayoría de los robos en viviendas se producen forzando la puerta de entrada. Es importante que revisemos en qué condiciones está la nuestra y reforzarla con alguna medida extra; por ejemplo, sustituyendo la cerradura simple por una cerradura multipunto ya sea empotrada o de superficie: una solución ideal para puertas de madera. Las encontrarás en distintos materiales con distintas resistencias, como latón, níquel o acero. Las realizadas en este material son, lógicamente, las más resistentes. En LEROY MERLIN podrás encontrar todas las soluciones de seguridad adecuadas a cada necesidad.
Antes de comprar la nueva cerradura multipunto tienes que fijarte en el sentido de cierre de tu puerta, para adquirir la adecuada, ya que algunos modelos son reversibles, pero otros no.
Una cerradura de tres puntos es ideal para el hogar: consta de la caja de cerradura central, como las sencillas, y dos cajas más, una arriba y otra abajo, de las que salen sus correspondientes pestillos cuando se acciona la llave.
Consta de la caja de cerradura central, como las sencillas, y dos cajas más, una arriba y otra abajo, de las que salen sus correspondientes pestillos cuando se acciona la llave.
Si tu puerta de entrada no es de madera o quieres instalar un mecanismo con menos trabajo, existe la cerradura de superficie que se coloca sobre la cara interior de la puerta. Puede ser de varios tipos:
1.1. Saca la puerta del marco y apóyala de canto en el suelo para extraer con comodidad la cerradura antigua.
1.2. Retira los tornillos del embellecedor y extrae la manilla y el cuadradillo.
1.3. Ahora saca el bombín o cilindro. Para ello tienes que localizar el tornillo que lo fija: está justo debajo del resbalón, en el canto de la cerradura. Ayúdate de la llave para extraerlo fácilmente.
1.4. Retira la caja de la cerradura desatornillando los dos tornillos que la sujetan y tirando de ella hacia arriba.
1.5. Presenta la nueva cerradura sobre la puerta. Tendrás que hacer encajar ligeramente la cerradura central en el hueco de la que tenías y marcar el lugar donde irán las dos cajas de los otros dos puntos de seguridad de la cerradura.
1.6. Haz dos cajeados nuevos en el canto de la puerta; para la cerradura superior y para la cerradura inferior. Usa el taladro y una broca para madera o de pala de anchura similar al ancho de las cajas y perfora varios orificios a lo largo del espacio.
1.7. Con la escofina, repasa todo el hueco perforado para que quede completamente liso y poder empotrar la cerradura sin dificultad. Limpia las virutas con un cepillo o con un aspirador.
1.8. Deberás hacer otro rebaje en la puerta para embutir el perfil metálico que une los tres puntos de la cerradura. Para marcar el lugar, introduce las cajas en su sitio y marca con un lápiz el ancho y largo del perfil.
Calcula bien la profundidad a la que debes perforar con la broca para no pasarte, pero también para que no quede corta. Calcula siempre algo de más en el cajeado, para los posteriores ajustes a la hora de la colocación. Puedes utilizar una barra de tope en el taladro o colocar una señal con cinta aislante en la broca para conseguir la profundidad deseada.
1.9. Para realizar el canal, usa una taladradora a la que le has acoplado una fresa de ranuras. Sujeta la máquina firmemente y ve pasando la máquina a lo largo del canto de la puerta. No te salgas de la línea marcada.
Al usar la fresadora sujeta firmemente la máquina y ve fresando sin salirte de la marca de lápiz. Es preferible que retires menos material y luego rectifiques con la escofina.
1.10. Limpia bien el serrín y las virutas resultantes. Puedes hacerlo con un cepillo de cerdas duras o con un aspirador.
2.1. Presenta la cerradura en el canal que has realizado y encájala golpeando ligeramente con un mazo de goma.
2.2. Fíjala con los tirafondos que vienen con la nueva cerradura de seguridad. Coloca la puerta en sus goznes.
2.3. Prepara el cerco donde encajarán los bulones de la nueva cerradura. Presenta la pletina sobre el cerco y marca el lugar donde vas a perforar.
2.4. Con el taladro y una broca para madera realiza los orificios.
2.5. La pletina es muy delgada, pero esos milímetros de anchura que tiene hay que quitárselos al cerco. Haz el rebaje correspondiente con un formón y un mazo.
2.6. Atornilla la pletina en su cajeado con unos tirafondos.
2.7. Coloca el bombín en la puerta, introduce el cuadradillo en su sitio y coloca la manilla. Atornilla después la pletina embellecedora y ya tienes lista tu puerta.