Ficus, cintas, kentias, lirios, orquídeas, yerberas, troncos de Brasil, potos… Existen multitud de plantas de interior que puedes cuidar en casa porque bajo techo es donde se dan las mejores condiciones para su correcto desarrollo y crecimiento.
Plantas de interior son, por ejemplo, muchas de las que proceden de climas cálidos y que no soportarían las heladas, la incidencia del sol directo o los cambios bruscos de temperatura. Las hay de infinidad de formas, tamaños y colores. Antes de decidirte por alguna infórmate de sus cuidados en la tienda.
Tienes claro que un frondoso ficus quedaría genial es esa esquina del salón, ese poto colgaría perfectamente desde la estantería o esas yerberas pondrían una nota de alegría en la mesa del despacho. Ahora llega el momento de ir a comprarlas y debes observar varios detalles que te hablarán del estado general de la planta y te ayudarán a elegir la más saludable:
Que las plantas sean un elemento más de tu hogar y formen parte de tu entorno y de tu vida cotidiana es algo que te dará muchas satisfacciones y muy poco trabajo. La mayoría de este tipo de plantas es resistente y se adapta con facilidad a las condiciones de cualquier casa, pero el hecho de que no pidan demasiado, no quiere decir que te olvides de ellas. Son seres vivos, necesitan luz, agua y nutrientes para crecer y reproducirse. Los cuidados básicos de cualquier planta de interior que debes atender son: