Resistentes y muy decorativos, los bloques de vidrio ofrecen infinidad de posibilidades y combinaciones diferentes para separar espacios sin renunciar a la luz. Su instalación con masilla de poliuretano sobre perfiles de aluminio es muy sencilla, y está al alcance de cualquier aficionado.
Los bloques de vidrio, también llamados pavés, están formados por dos piezas de vidrio moldeado soldadas a muy alta temperatura. Entre ambas piezas queda una cámara de aire que dota a este material de un gran nivel de aislamiento térmico y acústico.
- Los tabiques de vidrio no pueden soportar cargas estructurales por sí solos, no son estructuras portantes. Por eso tienen que construirse siempre como estructuras independientes de otros elementos como paredes, techos o suelos.
- La manera de aislarlos de esas estructuras y evitar que queden en contacto directo con ellas es utilizar elementos separadores, que deben colocarse tanto verticalmente como horizontalmente en todos los encuentros entre los bloques de vidrio y otras estructuras.
- Los perfiles de aluminio son elementos fáciles de manipular, taladrar y cortar. Pesan poco y ofrecen un buen agarre a la silicona y a la masilla de poliuretano, lo que hace de ellos el elemento separador perfecto.
- Los bloques de vidrio no se pueden cortar, por eso puede ser necesario adaptar el espacio donde van a instalarse a sus dimensiones, por ejemplo construyendo tabiques supletorios.
- Hay bloques de vidrio de diferentes medidas (190x190 mm, 240x240 mm…) y grosores (50 mm, 80 mm). Elige los que mejor se adapten a las dimensiones de tu espacio y al efecto buscado y ten en cuenta este dato al adquirir la perfilería.
- Hay bloques de vidrio en una gran variedad de diseños y colores, con acabados lisos, ondulados o con diferentes grabados decorativos. También los hay peatonales, con superficie pisable, para instalar sobre suelos.
- Además, existen piezas especiales con formas diferentes a los bloques cuadrados que te aportan mayor flexibilidad durante la instalación.
Piezas especiales para completar la instalación
- Medios bloques: pueden combinarse con piezas enteras para adaptarse al espacio o crear efectos decorativos.
- Esquinas angulares onduladas o curvas: para divisiones de espacios en “L” con acabado curvo.
- Esquinas angulares rectas 90º: para divisiones de espacios en “L” rectos.
- Terminales lineales: para remates de tabiques terminales (solo se apoyan en una pared) rectos.
- Terminales curvos: para remates de tabiques terminales (solo se apoyan en una pared) curvos.
1.1. Mide el ancho y el alto del tabique que vas a construir. Corta a su medida el perfil vertical que va a la pared, el del suelo, los horizontales y los que se colocan entre las piezas en vertical, según el alto de la pieza. Hay kit que ya incluyen las piezas verticales cortadas.
1.2. Taladra el perfil de pared en tres puntos promediados, preséntalo en la pared comprobando el nivel y marca la posición para los tacos. Taladra en la pared, pon los tacos y extiende un cordón de silicona a lo largo de la trasera del perfil, antes de atornillarlo a la pared.
1.3. Repite la operación anterior con el perfil horizontal que irá fijado al suelo. Para reforzar la estructura ponle la pletina o clic de anclaje en el extremo que irá junto a la pared. Atorníllalo al perfil de pared y al del suelo.
Así conseguirás mayor estanqueidad y aislamiento: pon una banda autoadhesiva plástica que servirá de junta de dilatación entre el suelo y el primer perfil horizontal.
Usa broca y tacos adecuados a la superficie a la que vayas a atornillar los perfiles. Te facilitará el trabajo y evitarás accidentes (rotura de brocas, anclajes insuficientes, agujeros de diámetro superior a lo previsto).
2.1. Las piezas de vidrio se fijan con masilla de poliuretano a los perfiles. Empieza a colocar la primera hilada a partir de la pared. Extiende un cordón de masilla en los laterales de la primera pieza que quedarán en contacto con los perfiles vertical y horizontal.
2.2. Las piezas de vidrio se separan entre sí en sus juntas verticales con pequeños perfiles de su misma altura. Aplica una capa de masilla de poliuretano a una de las caras del perfil y fíjalo al lateral vertical libre de la pieza.
2.3. Extiende un cordón de masilla en los laterales de la segunda pieza de vidrio que quedarán en contacto con el perfil vertical recién instalado y con el horizontal del suelo. Sigue intercalando perfiles y piezas de vidrio hasta cubrir por completo el perfil del suelo.
2.4. Coloca un perfil horizontal sobre la primera hilada de piezas de vidrio. Se fija a ella con masilla de poliuretano y se atornilla al perfil de pared con el clip o pletina de anclaje. Sigue colocando piezas de la misma manera hasta completar el tabique.
2.5. Solo queda rejuntar los huecos entre las piezas con mortero para juntas. Utiliza la llana de goma para rellenarlas. Deja secar y limpia la superficie con una bayeta humedecida en agua cuando la pasta haya endurecido.
La pletina de escuadra es de mucha ayuda y da firmeza a la estructura. Coloca siempre una en cada perfil horizontal, atornillada a la pared a través del perfil vertical de pared.
Si los perfiles horizontales son más cortos que la longitud total de la hilada, completa el hueco restante con un recorte de otra guía. Conseguirás un tabique más estable si contrapeas los añadidos en las sucesivas hiladas, impidiendo que coincidan.