Tradicionalmente el cloro ha sido el elemento utilizado para el mantenimiento del agua de las piscinas. Sin embargo, en los últimos tiempos está aumentando el uso de una alternativa más saludable para la salud de tu familia y del medio ambiente: es el oxígeno activo. ¿Quieres conocer esta opción para disfrutar mejor de tus baños en la piscina?
El oxígeno activo o monopersulfato potásico es un oxidante que, en contacto con el agua, libera un oxígeno que se combina con la materia orgánica deteniendo su actividad y destruyéndola sin generar residuos. Esta opción permite desterrar el uso del cloro.
Entre sus ventajas destacan que este proceso no irrita la piel ni los ojos, no hace amarillear el pelo, es respetuoso con el medio ambiente y mantiene a las avispas lejos del agua de tu piscina. Además, puede usarse junto a alguicidas y floculantes sin ningún problema y es compatible con las depuradoras de las piscinas de cloro.
Aunque puede llevarse a cabo perfectamente en piscinas descubiertas, la desinfección mediante oxígeno activo está especialmente recomendada en las cubiertas, ya que con ella se evitan los vapores del cloro y las molestias que estos pueden producir en un lugar cerrado a personas con sensibilidad.
¿Cuándo debes aplicarlo? El oxígeno activo se aplica directamente en el agua y el momento ideal de uso es al final del día, cuando hace menos calor, ya que se evapora fácilmente; de hecho, en días de temperaturas muy altas deberás incrementar la dosis que echas en tu piscina.
Como en todos los métodos de desinfección (cloro, cloración salina) hay trabajos de mantenimiento diarios y semanales que son indispensables para conservar tu piscina perfectamente acondicionada hasta el final de la temporada y evitar posteriores problemas como una invasión de algas.
a) Limpieza
Es fundamental para prevenir la proliferación de gérmenes y algas.
b) Tratamiento del agua
a) Limpieza
b) Tratamiento del agua