Las escaleras y andamios son sistemas de plataformas para realizar trabajos en altura, con el riesgo que esto conlleva. Por eso es fundamental que estén perfectamente construidos y homologados, y por supuesto, saber cómo utilizarlos bien.
Las escaleras y los andamios están sujetos a unas normas diseñadas y aprobadas por la Unión Europea. Antes de entrar en los aspectos que se regulan en ellas, conviene conocer cuáles son los textos vigentes en la actualidad. Son los siguientes:
Para escaleras: Norma EN 131 elaborada por el Comité Europeo de Normalización CEN/CENELEC. En ella se indican los requisitos que deben tener las escaleras homologadas, incluyendo los tipos de escaleras que hay (con sus denominaciones) y características relativas al diseño, los materiales de los que están fabricadas, los requisitos técnicos o el marcado, entre otros aspectos. Las escaleras que cumplan todas las disposiciones de la norma pueden llevar el marcado EN 131, que garantiza su calidad y homologación.
Para andamios: En España, las disposiciones, nomenclatura, marcado, montaje y otros factores relativos a los andamios aparecen indicados en cuatro documentos oficiales:
¿Necesitas una escalera para tus obras y reformas en casa? ¿O tal vez para pequeñas tareas domésticas? Sea cual sea la que vayas a usar, debes saber que todas ellas se rigen por una normativa europea que señala los requisitos de homologación. Esta norma es la EN 131, que a grandes rasgos establece las siguientes especificaciones para escaleras:
Por su parte, la norma EN 131 se divide en distintas secciones:
Los andamios y torres están sujetos a una normativa concreta que especifica las características mínimas de calidad que son necesarias para poderlos homologar. Estas características incluyen factores fundamentales como los materiales, las dimensiones y proporciones y los procesos de comprobación. Una de las especificaciones más importantes a la hora de escogerlos bien es la relativa al uso del andamio: ¿cuál hay que escoger para cada trabajo? Esta regla se estipula dependiendo de la carga máxima que soporte cada estructura, que indica el tipo de trabajo que se puede realizar sobre el andamio. La norma establece una serie de clases, cada una con su carga máxima en kN/m2 (medida de presión):
La normativa española y europea incluye muchos tipos de andamios, entre los que se encuentran también plataformas tipo góndola (para trabajos en altura, limpieza de cristales…), torres de cimbra, etc. Para tareas de reformas y construcción, los armarios que se suelen emplear se agrupan en dos categorías:
Dependiendo de las características del andamio, el Real Decreto 2177/2004 de 12 de noviembre puede exigir realizar un plan de montaje, utilización y desmontaje, así como una certificación de su correcta realización (firmada por un técnico competente). Será obligatorio llevarlos a cabo en los siguientes casos: