Las fachadas de las casas sufren mucho desgaste a causa de elementos como el viento, el sol, las lluvias o la contaminación del ambiente. Es por este motivo que, a menudo, necesitan de una buena restauración. Si estás pensando en darle una nueva vida a tus paredes de exterior y no sabes por dónde empezar, a continuación te contamos paso a paso el proceso que has de seguir para poder hacerlo tú mismo.
La pintura es una de las opciones más sencillas para decorar y proteger una fachada. Pero para que el resultado sea profesional, debes realizar una preparación previa del muro y elegir el producto adecuado.
Antes de ponerte a pintar la fachada, es importante que conozcas los distintos tipos de pintura que hay. De esta forma, podrás escoger según tus propias necesidades.
Si tienes dudas sobre la capacidad de agarre de la base o si has tenido que reparar con pasta muchos desperfectos, antes de pintar, aplica una imprimación. Con ella garantizas un mejor rendimiento de la pintura y la uniformidad del acabado.
Es importante que te fijes en estos factores de las pinturas para fachadas:
Para una casa baja sin plantas superiores, basta con una escalera. Pero si vas a trabajar a más de 3 metros de altura, es preferible instalar un andamio que esté nivelado y fijado a la fachada con alguna sujeción.
Antes de ponerte a pintar, es importante que limpies y trates la pared con un cepillado enérgico usando un cepillo metálico. De esta forma, eliminarás la suciedad acumulada sobre la superficie. Puedes utilizar un limpiador de fachadas que permite despegar la suciedad incrustada.
A continuación, aclara la superficie con un chorro de agua, o con un limpiador de alta presión regulado a una potencia máxima de 50 o 60 bares. Deja que seque y trata toda la superficie con un anti humedades sin aclarar, y déjalo actuar según las instrucciones.
Utiliza cinta de carrocero ancha para los marcos y coloca sobre el suelo una lona de plástico de cubrición.
Busque las posibles fisuras y defectos que haya sobre la pared. Abre las fisuras con la ayuda de una rasqueta triangular o de una amoladora con un disco para materiales de todo tipo. Elimina el polvo con un soplador o un aspirador de taller. Acto seguida, rellena los huecos con una masilla de exterior apropiada y lija.Para los agujeros más grandes, utiliza una capa de reparación.
Si el soporte está dañado o es quebradizo, es preferible aplicar un fijador de base y dejarlo secar de 3 a 4 días. Para incrementar la adherencia de la pintura, se recomienda aplicar una imprimación de fijación.
Para la imprimación, aplica el producto con un pincel en los ángulos y esquinas, y sigue con un rodillo combinando pasadas verticales y horizontales. Espera 24 horas de secado aproximadamente para aplicar la pintura.
Para empezar, bate bien la pintura para volverla homogénea. Como con la imprimación, aplica primero la pintura en ángulos y esquinas con un pincel. Sigue con un rodillo cubriendo bandas de 60 cm de ancho y de 1 metro de alto. Aplica de arriba abajo y después cruza con pasadas horizontales y vuelve a dar una tercera pasada vertical.
Si la pintura lo recomienda, diluir con agua (normalmente entre 5-10% con agua) para que la aplicación sea más fácil y el producto nivele mejor. Ver en cada producto la dilución más adecuada.
Recomendación: Trabaja a temperatura ambiente entre 10 y 25º. No se recomienda pintar una fachada a pleno sol, con heladas o con lluvia.
Deja pasar 8 horas desde la primera capa y da una segunda capa de pintura con el mismo procedimiento si es necesario.