¿Te imaginas levantarte por la mañana con el aroma a café recién hecho? O, si os gusta salir los fines de semana, ¿irte con la tranquilidad de que parece que hay alguien en casa? Pues con un programador eléctrico puedes hacer estas y otras muchas cosas más. Te contamos para qué sirven, sus tipos y cómo funcionan.
Un programador eléctrico es un dispositivo que se instala en los enchufes y sirve para automatizar el encendido y apagado del aparato eléctrico que vaya conectado a él durante determinadas horas del día. Su principal ventaja es que te ayudan a ahorrar energía y ganar en eficiencia activando y desactivando los aparatos eléctricos a los que está conectado. Pero también son una ayuda para evitar descuidos u olvidos, como dejarse la luz o el aire acondicionado encendido. Asimismo, ofrecen la posibilidad de utilizar cualquier dispositivo eléctrico de forma programada, activarlo y desactivarlo a las horas que quieras sin necesidad de estar presentes.
Al adquirir un programador eléctrico, hay que tener en cuenta la potencia máxima que soporta. Estos dispositivos controlan una potencia determinada, de manera que, si enchufas un aparato con más potencia, puedes provocar un cortocircuito y estropear el programador. La potencia máxima que soportan viene en la parte trasera en una etiqueta.
Existen programadores eléctricos para interior y para exterior. Estos últimos vienen dotados con un IP44 o IP45, que los protege de cuerpos extraños mayores de 1 mm y contra los chorros de agua. Son perfectos para controlar la iluminación exterior, por ejemplo, o cualquier otro aparato eléctrico que tengas en el jardín o la terraza y que quieras que funcione durante determinadas horas.
La principal función de estos dispositivos es la de permitir el paso de la electricidad a un aparato. Puedes darle muchos usos. Estos son algunos, pero puedes aplicarlo a muchas cosas: