Los aseos, almacenes, probadores, cocinas, despachos… son zonas de tu negocio que requieren puertas de interior. Tanto si necesitas que cumplan una función específica como si solo te importa el aspecto decorativo, tienes cuentos de opciones para elegir.
Hay distintos factores que debes considerar al elegir las puertas de interior para tu negocio.
Según la orientación del negocio y el lugar donde vayas a ponerlas, elige un acabado u otro. Por ejemplo, en cuartos de baño que solo van a utilizar los empleados o puertas de pequeños almacenes puedes optar por un acabado sintético, liso o con decoración, que se limpia fácilmente. En hoteles, casas rurales, restaurantes, donde la decoración es importante, elige acabados acorde al resto de elementos: chapadas en madera (o de madera maciza), lacadas, de cristal decorado…
Vas a encontrar puertas macizas o huecas; las primeras son de mejor calidad y aportan un mayor aislamiento acústico y térmico, por lo que son las adecuadas para habitaciones de hotel, donde el descanso y la intimidad son importantes. Para otras situaciones: cuartos de baño, almacenes, vestuarios de empleados, por ejemplo, puedes elegir puertas huecas.
Lo normal es instalar puertas abatibles, pero puede haber situaciones donde necesitarás otro tipo de soluciones, como puertas correderas o plegables, que pueden ser ciegas o llevar también cristales.
Si vas a montar tú mismo las puertas, debes adquirir todos los elementos necesarios, como son el precerco, el cerco, la tornillería, la espuma de poliuretano y el mortero para remates en la pared… y, por supuesto, los accesorios necesarios, como manillas, pomos, cerrojos o condenas.
Ten en cuenta siempre la accesibilidad en el interior de tu local. Las puertas, si van a estar en zonas de uso público (aseos, habitaciones de hotel, salas de tratamientos) deben tener los siguientes requisitos:
Hay tantos materiales y acabados decorativos, que te damos unas pistas para que elijas la puerta adecuada a tu tipo de negocio:
En algunos negocios es obligatoria la instalación de puertas cortafuegos: en la escalera entre plantas, en los pasillos largos, en las salidas de emergencia, cerca de los ascensores, o en los accesos a los garajes. Fabricadas en chapa de acero con el interior de lana de roca, es muy importante instalarlas correctamente y cumplir con la normativa en cuanto a mantenimiento y revisiones. Pueden permanecer cerradas aunque, si son de paso continuo, es más cómodo que estén abiertas, en cuyo caso es obligatorio que permanezcan sujetas por un mecanismo electromagnético que libera la puerta en caso de incendio. Normalmente se presentan prelacadas en blanco o gris, aunque cada vez hay más acabados disponibles.
Las puertas cortafuegos se llaman también RF (Resistentes al Fuego) y su capacidad de contener las llamas viene expresada por un número que indica los minutos de resistencia. Por ejemplo, una puerta RF60 resiste durante 60 minutos el avance de las llamas. Este tipo de puertas debe cumplir la normativa UNE-EN 1634-1.
Para cerrar almacenes, salas de máquinas, vestuarios, aseos de personal… en todos estos casos donde es más importante la funcionalidad que la estética, puedes usar una puerta auxiliar, más resistente que las de interior.
Suelen estar formadas por dos chapas unidas por nido de abeja o relleno de espuma de poliuretano. Las hay con rejillas o malla de ventilación, y ciegas. Disponibles con acabado lacado en color, a base de resina epoxi-poliéster y pintura, o con acabado de metal, al que se le aplica un tratamiento de galvanización por el sistema Sendzimir, más efectivo frente a la oxidación. Tienen manilla y cerradura o cerrojo.
Las puertas para cuartos de máquinas o registros eléctricos deben tener rejillas de ventilación tanto en la parte superior como en la inferior. Para contadores eléctricos y registros de agua también existen puertas más pequeñas, con cerrojo o cerradura y con rejilla de ventilación.