Renovar la cocina no tiene por qué suponer un gran desembolso de dinero ni importantes obras. Hay una manera muy sencilla y económica de darle una vida nueva a este espacio de la casa: pintar las puertas de los muebles con esmalte.
Es la solución apropiada para hogares en los que no se puede hacer gastos importantes: por ejemplo, si quieres renovar el aspecto de la cocina si tienes un piso en alquiler, una segunda residencia o tu cocina principal si los muebles están en perfecto estado y solo necesitan un cambio de aires.
Con solo renovar la pintura de los muebles, la cocina puede ganar en luminosidad si juegas con los colores claros –blancos, neutros, tonos pastel-.
¿Cómo pintar un mueble en madera? Elige el tipo de esmalte
Los esmaltes para muebles se pueden utilizar sobre melamina, aglomerados o incluso madera maciza. No es necesario lijarlos y se pueden aplicar directamente sin imprimación. Para encimeras enceradas es necesario lijar previamente la madera y desengrasar la superficie con un trapo empapado en acetona.
Las ventajas de los esmaltes para muebles son múltiples: por ejemplo, son lavables; soportan bien la humedad; se aplican directamente sobre la superficie, no necesitan una mano previa de imprimación; permiten un acabado uniforme sin marcas de rodillo o de brocha; y ofrecen una amplia gama de colores. Además, se pueden mezclar entre sí para crear tonalidades nuevas.
Básicamente hay dos tipos de esmaltes: al agua o acrílicos y sintéticos. La diferencia es el medio en el que se diluyen los pigmentos.
Tanto en el grupo de los acrílicos como de los sintéticos tienes diferentes acabados: brillo, mate, satinado, efecto laca, monocapa, alto brillo… Para los muebles de cocina, te recomendamos un esmalte-laca satinado.
Asegúrate de que la cocina está bien ventilada, ya que los esmaltes tienen disolventes que pueden perjudicarte si trabajas en lugares cerrados. Prevé, también, un espacio libre donde ir apoyando las puertas y cajones mientras se secan.
2.1. Desatornilla y retira los tiradores y pomos de puertas y cajones. Retira las bisagras y saca las puertas para trabajar más cómodamente. Protege con cinta de carrocero todos los elementos que no puedas retirar, pero que no deban mancharse. Calcula la cantidad de pintura que vas a necesitar midiendo las puertas y cajones de tus armarios. En el envase tienes el rendimiento por metro cuadrado.
2.2. Limpia la superficie de los muebles con agua y jabón, pero si está muy sucia, utiliza un producto desengrasante o directamente disolvente con un trapo. En cualquier caso siempre debes aclarar y dejar secar por completo.
3.1. Aplica el esmalte laca con otro rodillo limpio. Es muy sencillo: solo tienes que diluirlo en agua si es acrílico o en aguarrás o disolvente si es sintético. Pasa el rodillo siempre en el mismo sentido: en horizontal o en vertical, pero no cruzando las pasadas. Deja secar 24 horas y aplica una segunda mano.
3.2. Después de pintar, puedes aplicar un protector que mejore la resistencia de la pintura y que dé un acabado lacado o mate. El intervalo de tiempo que debes esperar entre la aplicación del esmalte y del protector no debe superar las 48 h para conseguir una buena adherencia.
Pasados los tiempos de secado indicados por el fabricante ya se puede usar la cocina y el baño con normalidad. A partir de entonces debes limpiar los azulejos con una esponja húmeda y jabón, no uses productos abrasivos, ni corrosivos como lejía, sosa, etc.
Ya que has quitado los pomos y tiradores de puertas y cajones es buen momento para sustituirlos por otros nuevos, así la renovación será completa. Si no coinciden los orificios para atornillarlos con los antiguos, tapa estos con masilla, deja secar y lija. Después perfora para los nuevos elementos.
Coloca los tiradores y pomos nuevos y, por qué no, puedes animarte a completar el aspecto de tus muebles con unos modernos vinilos.