¿Quieres instalar un sistema de riego enterrado en tu jardín? Te explicamos paso a paso cómo hacerlo de forma sencilla para automatizar y optimizar el riego.
Ventajas del riego enterrado:
A continuación te dejamos un vídeo explicativo y el paso a paso para la instalación del riego por aspersión:
Si dispones de un grifo para tu sistema de riego, conéctalo a la tubería mediante un conector para grifo. Elígelo de acuerdo a cómo sea tu grifo.
La pieza de conexión al grifo constará de varios elementos: unos se fijan al grifo (por lo general, la rosca macho-hembra) y otras en el extremo de la tubería. Es aconsejable añadir un filtro para evitar sedimentos.
Coloca cinta de teflón en la salida del grifo y enrosca la pieza. El teflón se utiliza en las conexiones que no tienen juntas de goma para reforzar la estanqueidad del sistema.
Sitúa en el extremo de la tubería el resto de piezas del racor en el orden correcto. Y enrosca con la mano. Si fuera necesario, puedes ayudarte de una llave de grifa.
Un consejo. Si se trata de un sistema sencillo (con solo una o dos zonas de riego), para un jardín pequeño, puedes disponer de un programador a pilas que se conecta directamente al grifo.
Instala todos los racores que necesites para llevar la tubería hasta la arqueta. En esta deberás realizar todas las conexiones (colector, electroválvulas).
Conecta la tubería a un colector con tantas salidas como zonas de riego necesites. En cada salida del colector coloca una electroválvula. Las electroválvulas deberán estar colocadas en el sentido correcto.
En las salidas, acopla las tuberías mediante racores de unión. Estas tuberías conducirán el agua a las distintas zonas de riego.
Recuerda poner teflón en las roscas del componente (de la pieza de unión) que van en contacto con la electroválvula.
La elección de las piezas de conexión dependerá de las características de la electroválvula: las hay con roscas hembras y con roscas macho.
Las electroválvulas regulan el flujo del agua al ir conectadas al programador. Traen dos cables que hay que llevar hasta el programador. Uno de ellos, a la conexión común. Y el otro a la conexión de la zona a la que lo queramos asignar.
Según el recorrido que hayas planificado, coloca el resto de piezas de conexión, mientras vas tendiendo la tubería a lo largo de las zanjas.
Comienza por el final de la tubería, donde situarás el último emisor. Coloca un codo roscado, enrosca en él una bobina y acopla el emisor.
Con el resto de emisores, haz lo siguiente. En cada punto donde hayas previsto instalar uno, coloca un collarín con su junta tórica. Fíjalo con sus dos tornillos y tuercas, con la ayuda de una llave. Haz un agujero en la tubería con una broca del diámetro adecuado.
A continuación, enrosca la bobina en el collarín. Y, finalmente, coloca el emisor.
Ten en cuenta que antes de colocar los emisores debemos conectar el sistema de riego para que el agua expulse todas las impurezas y virutas de polietileno que hayan quedado en el sistema.
Las bobinas son unos enlaces roscados que pueden cortarse (con la tijera cortatubos) para adecuarse a la altura deseada, según la profundidad de la zanja. Ten en cuenta que los emisores deberán quedar a ras del suelo: emergerán en el momento del riego.
Sitúa la tubería y los emisores en la zanja. Provisionalmente, para que se mantengan de forma vertical (antes de cubrir la zanja con tierra), puedes sujetarlos con cintas a estacas de madera.
Antes de soterrar el sistema, comprueba que todo funciona correctamente: revisa que no haya pérdidas de agua en las piezas de unión y que todos los emisores reciben el caudal previsto.
Ya solo te quedará cubrir las zanjas para que tu sistema de riego quede enterrado y oculto a la vista.