Es sin duda la herramienta electroportátil más empleada en el bricolaje del hogar, así como en el campo profesional de la construcción. Pero, ¿sabes cómo manejarla adecuadamente al realizar los distintos trabajos? ¿Cómo utilizarla de forma segura para sacarle un mayor rendimiento? Te contamos todo lo que debes saber sobre taladros, su uso y manteniento.
El taladro se puede utilizar en infinidad de tareas, aunque para la que está diseñado es la de taladrar todo tipo de materiales blandos y duros. Los modelos con función percutora (la gran mayoría), son capaces de realizar agujeros en superficies que oponen gran resistencia, como hormigón o piedra. También pueden atornillar/desatornillar. Hay una gran oferta de máquinas que combinan estas diferentes prestaciones, dotando a la herramienta de gran funcionalidad. Cuidar bien los taladros, su buen uso y mantenimiento es básico para que duren mucho en perfectas condiciones.
Los usos mencionados son los principales, pero ni mucho menos los únicos. El taladro es una herramienta tan polivalente que admite una gran variedad de accesorios, convirtiéndose así en “todoterreno”. Con un taladro y un cepillo metálico, un disco abrasivo o uno pulidor puedes desbastar, lijar y pulir... Y si se le colocas una fresa, harás fresados, biseles y ranuras en tablas de madera.
Hay que dejar claro algo importante: aunque el taladro sea una herramienta versátil y potente, solo debería emplearse para estas otras tareas de forma puntual y no habitualmente, ya que lijadoras y fresadoras están diseñadas para realizar con mayor capacidad y precisión dichas funciones.
¿Has comprado una sofisticada máquina y no sabes muy bien cómo rentabilizarla al máximo? Te ayudamos a darle un uso más eficaz.
Los taladros-atornilladores combinan la función del taladrado con la de atornillado y todos los modelos actuales van dotados con par de apriete. Seguro que has oído hablar de él, pero ¿sabes para qué sirve?
El par de apriete es una pieza (anillo o dial con números situado en el cabezal del taladro, que hace mucho más cómodo el trabajo, ya que permite ajustar la potencia de giro necesaria en cada momento, para lograr un atornillado óptimo. Ese esfuerzo en la torsión (también llamado torque) se mide en Newton/metro (Nm). A medida que el número seleccionado en el dial es más alto, más fuerza al atornillar se ejercerá.
Para materiales blandos, como la madera, hay que elegir un par de apriete bajo, ya que de lo contrario el tornillo podría entrar muy profundo y astillar la tabla. Si el material es más duro, por ejemplo metal, hay que elegir un par de apriete alto, con el fin de que la fuerza ejercida sobre tornillo facilite su fijación. Para no equivocarse, lo indicado es ir aumentando progresivamente el par de apriete y controlar poco a poco cómo el tornillo queda al ras con la superficie que se trabaja.
Es una prestación importante a la hora de realizar determinados trabajos de bricolaje. El percutor resulta muy útil cuando se atacan superficies de gran dureza: la herramienta da pequeños golpes sobre la broca, al tiempo que va abriendo el agujero. Se acciona mediante una palanquita con el icono de un martillo.
En el caso de taladrar madera, metal, cerámica, cristal hay que desactivar el percutor (palanca en posición de broca), ya que no resulta necesario y el golpeteo podría quebrar los materiales más delicados.
Como ya hemos explicado, el “universo” accesorios es casi ilimitado y según se le adapte al taladro uno u otro, se convierte en una herramienta mucho más versátil. Para no acumular muchos más de los que vas a usar, es recomendable preguntarte qué trabajos sueles llevar a cabo con regularidad.
El (buen) uso y mantenimiento del taladro garantizan la calidad de los trabajos y una vida prolongada de la herramienta. Además, la seguridad es primordial: recuerda que estás manejando una máquina electroportátil de gran potencia. Para evitar riesgos innecesarios hay que leer las instrucciones del fabricante y observar una serie de precauciones.
1. No se debe poner o quitar ningún accesorio con la herramienta enchufada o accionado el interruptor. Hay que evitar mojar el taladro, o trabajar con él en lugares con alto grado de humedad.
2. Es aconsejable utilizar gafas de seguridad y guantes, tanto al manipular la máquina como al trabajar materiales que pueden desprender esquirlas, astillas, etc., y vestir una ropa cómoda y no demasiado holgada, con el fin de minimizar el riesgo de que se enganche. El uso de la empuñadura auxiliar del taladro ayuda a controlar mucho mejor su manejo. Colócala siempre que sea posible. Y, ojo, aleja las manos del portabrocas cuando este está en funcionamiento.
Prolongarás la vida útil de la máquina con una limpieza adecuada, así como con una buena lubricación de las partes móviles. Para ello, utiliza un aceite universal (WD40, por ejemplo), el cual debe tener la característica de ser dieléctrico, para no dañar el motor. Este lubricante limpiará la máquina y evitará la oxidación de las partes metálicas. Previamente es aconsejable emplear algún aspirador o soplador para retirar el polvo y los restos de yeso o cemento de las paredes, los cuales, si se acumulan en el motor o los botones, pueden obstruirlos.