Una bombilla tradicional de 100 W equivale a una fluorescente de 30 W, a una halógena de 50 W o a un led de 15 W. Sin embargo, no todas ellas proporcionan la misma eficiencia energética para cualquier escenario o uso; es preciso saber seleccionarlas para sacarles el máximo partido.
Las bombillas led son las más eficientes. Tienen una vida útil de entre 10.000 y 25.000 horas ,de 10 a 25 años, y permiten reducir el consumo de energía un 90%, en comparación con una incandescente con la misma luminosidad. Presentan un índice de reproducción del color (IRC o Ra) de al menos 80 Ra. Tienen una duración de al menos 10.000 ciclos de encendido/apagado. Su precio es mayor, pero la inversión se recupera rápidamente por el ahorro energético.
¿Cuáles son sus beneficios?
¿Dónde y cómo usarlas?
Son una buena elección para toda la casa, incluso para el exterior de la vivienda, sobre todo, en lugares en los que la luz tiene continuos encendidos y apagados.
Las bombillas fluocompactas (CFL) son conocidas como “de bajo consumo” y permiten reducir el consumo de energía un 80% en comparación con las incandescentes. Tienen una vida útil de entre 6.000 y 10.000 horas, equivale a 10 años, un IRC igual o menor de 80 Ra, y una duración de 10.000 ciclos de encendido/apagado.
¿Cuáles son sus beneficios?
• Alta eficiencia: 3-4 veces más que las incandescentes.
• Larga duración: 5-10 veces más que las incandescentes.
• Buena calidad de iluminación para muchos usos generales de alumbrado que no requieran luz brillante.
• Bajo precio de compra en comparación con el led.
• Buena capacidad de encendido de las bombillas y tubos optimizados para el encendido y apagado frecuente.
¿Dónde y cómo usarlas?
Su uso ideal, dado que les cuesta encenderse y alcanzar su punto de máxima luminosidad, es en lugares en los que la luz estará mucho tiempo encendida, como un salón o una cocina. Es mejor evitar su uso en espacios donde su encendido y apagado sea constante, ya que acorta su vida útil, como en pasillos o escaleras.
Este tipo de bombillas tienen una vida útil de 2.000 horas. Permiten reducir el consumo energético entre un 20% y un 30%, en comparación con una incandescente. Aportan mayor intensidad de luz y alcanzan elevadas temperaturas, para lo que suelen utilizar cristal de cuarzo, que soporta muy bien el calor.
¿Dónde y cómo usarlas?
Debido a su rápido encendido, son recomendables donde sea necesario su arranque instantáneo y durante no mucho tiempo, como un pasillo o un trastero. También donde se requiere una reproducción cromática buena con temperatura de color cálida. En contrapartida, suponen mayor potencia y consumo. No obstante, es una buena opción para el uso de reguladores.