Las cámaras IP, además de incrementar la seguridad de tu hogar –o negocio– y la de tu familia, te permitirán saber qué ocurre en tiempo real desde cualquier lugar. Y no es necesaria ningún tipo de obra para su instalación. Imagina la comodidad de controlar la seguridad de tu casa en la distancia.
Una cámara IP es un dispositivo que permite comprobar qué sucede en tu vivienda en directo y estés donde estés. Funciona mediante una conexión a una dirección IP de Internet y una aplicación instalada en el smartphone. Es una de las mejores opciones para controlar la seguridad de tu hogar y asegurar el bienestar de los tuyos. Son perfectas también para pequeños comercios, como panaderías, papelerías, tiendas de regalos, y para la vigilancia de niños en guarderías o escuelas infantiles, así como pequeños despachos profesionales. También son ideales para garantizar la seguridad y el bienestar de las personas mayores a tu cargo o controlar qué hace tu mascota mientras estás en el trabajo.
Una cámara IP es un dispositivo de videovigilancia que transmite las imágenes que capta y las reproduce, en tiempo real y desde cualquier lugar, en un smartphone. La cámara envía la señal al router inalámbrico (con conexión WiFi) y la transmite al dispositivo en el que tengas instalada la aplicación. Mediante notificaciones push, te avisa de cualquier evento que se produce en tu hogar. Eso sí, es fundamental disponer de WiFi allá donde quieras instalarla para su funcionamiento, así como una conexión de datos en el dispositivo en el que quieras ver las imágenes.
Una de sus grandes ventajas es que las cámaras IP no requieren de obra para su instalación, tan solo hay que colocar cada dispositivo en los puntos estratégicos de tu hogar y configurar el dispositivo y la aplicación para comenzar a utilizarlas.
Las cámaras IP no solo aportan seguridad, sino también prevención y vigilancia. Transmiten la imagen y el sonido sin cables y son ideales para saber lo que ocurre en tu casa cuando no estás, informándote en todo momento. Estos dispositivos pueden tener diferentes usos:
Las cámaras IP están dotadas de diferentes funciones. Además del reconocimiento facial, la comunicación bidireccional o la detección de movimiento, hay modelos con otras prestaciones que perfeccionan su uso:
Para realizar la conexión de la cámara con el smartphone o tableta, lo primero que debes hacer es descargarte la aplicación gratuita que proporciona el fabricante. Añade los parámetros que te pida la configuración y podrás comenzar a utilizar tu cámara IP en la distancia y recibir notificaciones.
Comienza a crear un ecosistema domótico con una cámara IP. Después, ve añadiendo otros dispositivos inteligentes para controlar el resto de tu hogar: las persianas, los enchufes, la climatización o la seguridad de tu hogar.
Algunos sistemas de alarma, compuestos por una central, varios sensores (de presencia y de movimiento) y una sirena vienen dotados también con cámara IP. Se trata del complemento perfecto para garantizar la seguridad de tu hogar o negocio. Así, si recibes una notificación porque uno de los detectores se ha conectado, siempre podrás comprobar qué sucede en tiempo real mediante tu cámara IP antes de alarmarte.
Si tu sistema de seguridad no dispone cámara IP, siempre puedes añadir tantas como necesites. Eso sí, comprueba la compatibilidad entre ambos dispositivos.
Si tu cámara IP funciona bajo la plataforma IFTTT podrás conectarlo a otros dispositivos, como un altavoz inteligente o un sistema domótico. Estas siglas (IFTTT) responden al inglés: “If this, then that”, lo que en español significa “Si (ocurre) esto, entonces (haz) eso”. Es un servicio web que permite crear y programar acciones para automatizar diferentes tareas y acciones en Internet. Por ejemplo, al decirle a tu altavoz inteligente “Me voy de casa”, automáticamente baja las persianas y enciende tu cámara IP.
Un circuito cerrado de televisión (CCTV) es otra solución para la videovigilancia y seguridad de tu hogar o negocio, donde es más habitual emplear este tipo de sistemas. Se componen por una o varias cámaras estáticas, un grabador y un monitor en el que se ven las imágenes. Algunos modelos ofrecen la posibilidad de conectarse a Internet para que puedas ver qué sucede en tiempo real, al igual que con una cámara IP.