¿Truco o trato? Utiliza esta misteriosa caja para guardar los caramelos para la celebración de Halloween. Ya verás que la realización del proyecto es muy sencilla y te quedará... ¡de muerte!
Protege la superficie sobre la que vayas a trabajar con papel y pinta la caja de madera con brocha y pintura negra. Deberás pintar el interior de la tapa al completo y los laterales de la caja por dentro, pero no la base que irá cubierta con tela. Deja secar al menos 30 minutos.
Vamos a decorarla con tela y relleno sobre el que apoyarán las cajitas decoradas de caramelos. De esta manera, cuando la caja esté abierta se verán.
2.1. Introduce relleno de cojín en el fondo de la caja.
2.2. Coloca la tela, 5 cm más grande por cada lado respecto a la medida de la caja, estirada sobre la tapa para grapar el borde a la parte inferior e interior de la caja. Acomoda la tela en dos de los tres lados restantes y grapa. El lado que queda llevará las grapas vistas.
La caja de madera tiene unos dientes afilados. Para hacerlos:
3.1. Sobre gomaeva, dibuja una línea en zigzag con las puntas redondeadas que serán los dientes. El ancho lo marca el interior de la tapa de la caja.
3.2. Recorta los dientes con tijeras.
3.3. Aplica una tira de silicona caliente en la tira de gomaeva ya recortada y pega la pieza de los dientes en el borde de la tapa de la caja, por el perfil interior.
Van pegados sobre la tapa de la caja para terminar de personalizar el monstruo de los dulces de Halloween.
4.1. Aplica silicona caliente en cada una de las dos bolas que serán los ojos de la caja y pégalas en la cara vista de la tapa de la caja.
4.2. Pinta con un rotulador negro la pupila en cada ojo.
Ya solo queda rellenar las cajitas de cartón de dulces y colocarlas en el interior de esta caja de Halloween.