Con las fresadoras se puede labrar la madera o cualquier otra superficie. Sirven para realizar distintos tipos de corte (agujerear, ranurar, perfilados, biselar, machihembrar, rebajar…) o grabado.
Las fresas son pequeñas piezas que se encajan sobre la herramienta eléctrica de corte (fresadora) para poder realizar el corte. Tiene un movimiento circular y son capaces de alcanzar los 22.000 rpm (revoluciones por minuto) de velocidad.
Existe una amplia variedad de fresas, con las que realizar encastres, cortes rectos, ranurar, agujerear, refundir, biselar y rebajar. Cada una te servirá para realizar un tipo de corte.
En la siguiente tabla encontrarás las más comunes en función de su uso:
Asimismo, según su forma existen unos modelos que resultan más idóneos para unos acabados u otros:
Sus dientes pueden ser helicoidales, rectilíneos o en ángulo y de un filo o filo doble. Las de doble filo son idóneas para acabados finos; las de un único filo, para rebajar la madera.
Dependiendo del tipo de material con el que están fabricadas las fresas podrán asumir el corte en unos u otros materiales.