A la hora de realizar diversas tareas de bricolaje y mantenimiento en tu casa, en algún momento vas a necesitar un sistema de sujeción provisional con sargentos, pinzas y otros elementos de apriete. Son herramientas manuales sencillas y asequibles que te ayudarán en los trabajos, por lo que siempre debes tener algunas en tu taller o caja de herramientas.
Son múltiples y seguro que encuentras utilidades específicas para tus necesidades en campos como la carpintería, fontanería, marquetería, mecánica, etc. Aquí tienes algunos ejemplos:
Aunque, como verás, hay distintos tipos, en general su funcionamiento se basa en dos mandíbulas unidas por una guía que son capaces de hacer presión sobre dos o más piezas para mantenerlas unidas entre sí mientras se manipulan o para fijarlas provisionalmente al banco de trabajo. Estas mandíbulas pueden ser fijas las dos, una fija y una móvil o las dos móviles.
Aunque hay otros para usos especiales, que no se ajustan a esta norma, en los sargentos y tornillos más habituales puedes distinguir las siguientes partes:
Hay tres puntos fundamentales que debes tener en cuenta antes de elegir un tipo u otro de herramienta de apriete provisional. Son estos:
También llamados monomanuales o de apriete rápido, porque están pensados para usarlos con una sola mano. Esto supone una gran ventaja cuando se están manejando tableros grandes o es necesario sostener con la otra mano piezas de formas curvas, como tubos de fontanería.
Al hacer palanca con los dos mangos de la mordaza móvil se produce el apriete. Para soltar, basta apretar un pequeño gatillo.
Sus usos:
Sirven para mantener unidas piezas de madera de cierto tamaño mientras se encolan.
Para uniones fuertes en piezas de madera sin dañarla.
Para sujetar elementos curvos, como tubos de PVC.
Su sistema de fijación se basa en el apriete que se produce entre la parte fija y la parte móvil, mediante el giro del mango de ésta, que lleva un tornillo al final de la prensa.
Se necesitan las dos manos para su manejo, con una mano se sujeta la mordaza al banco de trabajo o se sostiene contra las piezas a unir y con la otra mano se gira el tornillo. Su gran ventaja es que es una herramienta asequible y robusta.
Sus usos:
Para encolar tableros y piezas incluso gruesas, que precisan de grandes anchos de sujeción.
Muy útiles para ensamblajes de estanterías y muebles o marquetería.
Para fijar el canto de baldas y tableros de media anchura.
Útiles también en albañilería para ayudarte en pequeños encofrados o en la sujeción de miras y listones.
Los dos brazos de las mordazas son fijos, desplazándose el tornillo a través de uno de ellos para conseguir el apriete. Su capacidad máxima de sujeción está limitada al ancho de la boca, por lo que deberás elegirlo del tamaño que más se ajuste a los trabajos que necesites realizar.
Sus usos:
Para la sujeción de chapas y contrachapados mientras se encolan y en diferentes trabajos menores de carpintería, mecánica, marquetería.
Para sujetar, mover o manipular distintos materiales y piezas de grosores pequeños a medios (hasta 140 mm). Sus mordazas móviles las hacen ideales para bricolaje y trabajos domésticos, por lo que es interesante tener un buen surtido de ellas en casa. Una variante son las pinzas con trinquete o carraca, que impiden que se muevan las mordazas una vez ajustadas; pulsando un gatillo se liberan.
Sus usos:
Modelismo, construcción de maquetas
Tareas escolares
Marquetería, bellas artes
Son unas pinzas de sujeción especiales, con los brazos de las mordazas largos y prácticamente rectos, lo que posibilita ejercer mucha presión con unas cabezas de mordazas muy pequeñas
Sus usos:
Ideales para reparaciones en el hogar de pequeños elementos
Para sujetar zonas cercanas al borde de objetos o encolar objetos muy pequeños
Permite sujetar provisionalmente piezas que se quieren fijar en ángulo de 90 º o para realizar uniones en T.
Sus usos:
Encolado de marcos para cuadros
Fabricación de cajones y cajas
Bellas artes y manualidades
Hay distintos tipos de sargentos de esquina que te permiten más o menos posibilidades de trabajo:
Se usan para fijar provisionalmente objetos grandes e irregulares, difíciles de acomodar entre las mordazas de los sargentos y tornillos de apriete.
Sus usos:
Muy útiles para sujetar distintos elementos para el almacenaje
Prácticos para el transporte de material o hacer mudanzas
Para el encolado simultáneo de las cuatro caras de un cajón
Para mantener armada una estantería mientras se montan las fijaciones
Hay tensores de cintas muy sencillos y básicos y otros más sofisticados, que permiten un mayor abanico de posibilidades de uso.
Distintos a todas las herramientas que hemos visto anteriormente, los puntales, sin embargo, también son elementos muy importantes en la sujeción provisional. Se usan especialmente en construcción o renovación de interiores, por ejemplo, para sostener horizontalmente placas de cartón-yeso que se quieren fijar al techo.