Metros y flexómetros son indispensables en cualquier maletín de herramientas para realizar mediciones, tanto en usos domésticos como profesionales.
Es la herramienta más común para la medición de distancias. Se trata de una cinta metálica enrollada en una pequeña carcasa de plástico o de metal. Las longitudes más habituales son: 3, 5, 8 y 10 m.
Algunas características que conviene tener en cuenta son:
Para mediciones de grandes superficies o parcelas, se utilizan las cintas métricas. A diferencia de los flexómetros, la cinta es de un material totalmente flexible y en la punta lleva una anilla para ser fijada a un punto, así una sola persona puede realizar la medición.
Están hechos de un material rígido, como la madera o la fibra de vidrio. La diferencia con los flexómetros, es que, al desplegarse, no se dobla. Eso sí, vienen en longitudes más cortas, de hasta 2 metros.
Se usan habitualmente en labores de carpintería.
Se trata de un medidor electrónico (funciona con batería) que permite realizar mediciones precisas con mayor comodidad y rapidez. Además, también permiten calcular superficies y volúmenes.