A la hora de trabajar pieza de pequeño o medio tamaño es muy útil contar con un tornillo fijado al banco donde sujetarlas. El corte, rectificado, limado, pulido o grabado de piezas se convierten así en tareas sencillas y seguras. Por su parte, los yunques son imprescindibles en tareas de forja.
Puedes sujetar en el banco de trabajo elementos que con las sargentas o tornillos de apriete no podrías.
Te permite tener las dos manos libres para mecanizar la pieza.
Trabajas con total seguridad al inmovilizar por completo el objeto que manipulas.
Puedes colocar piezas de diversos tamaños, incluso muy pequeñas, para trabajarlas con precisión.
Resultan muy útiles a la hora de cortar piezas de plástico, como tubos de fontanería, o cuando vas a soldar cobre, para sujetar una de las partes.
También puedes usarlo cuando tienes que rectificar piezas, serrarlas, quitar clavos, etc.
El tornillo es una herramienta robusta, generalmente realizada en hierro fundido o en acero al carbono. Algunos tornillos llevan las mordazas realizadas en plomo, un metal blando, para evitar dañar las piezas que se fijan. Un tornillo consta de:
Mediante atornillado en cuatro puntos: es una forma muy firme y segura, necesaria en tornillos grandes, que van a soportar piezas de cierto peso o sobre las que se requiere hacer trabajos de gran fuerza.
Mediante otra mordaza y palomilla: situados en el canto del tablero de trabajo, es una sujeción perfecta para tornillos de menor tamaño, para el manipulado de piezas pequeñas o cuando los trabajos que se van a hacer son más de precisión que de fuerza.
A su vez, la base puede ser fija o giratoria:
Base fija: tiene una única forma recomendada de colocación en el banco de trabajo, por lo que, para trabajar sobre los diferentes lados del objeto, éste debe colocarse en el tornillo de diferentes maneras.
Base giratoria: la base se compone de dos partes, una fija, sujeta al banco y otra móvil, donde está el cuerpo del tornillo que puede girar. Esto permite trabajar el objeto o pieza en sus diferentes lados sin tener que moverlo del tornillo. Una vez en la posición deseada, una palomilla o husillo permiten bloquear el giro.
El principal criterio que debes seguir a la hora de elegir es el del tipo de piezas que vas a trabajar. Sus características determinarán la anchura de boca que necesitas y el peso que deben soportar.
Los tornillos multiángulo: incluyen un corto brazo unido al cuerpo por un sistema de bola rotatoria que permite moverlo bloquearlo en infinidad de posiciones. Son la herramienta de sujeción y apriete ideales cuando tienes que mecanizar una pieza en todo su contorno y no quieres estar sacándola y poniéndola en las mordazas de diferentes formas.
Son herramientas indispensables para herrería y forja. Sobre ellos se colocan las piezas candentes para golpearlas con el martillo o sirven de apoyo a piezas metálicas para su rectificado o afilado.
Realizados en una sola pieza de hierro fundido, acero o una mezcla de ambos, pueden pesar desde 2 kilos, para trabajar objetos pequeñas, como por ejemplo las de orfebrería, hasta grandes yunques de 150 kilos, o más, para forja.
Aunque la forma de los yunques es similar independientemente de su peso, es decir, una base estable, con una superficie superior plana y dos orejas, si te fijas bien en esta herramienta, hay yunques que tienen muchos otros perfiles, recodos y salientes que permiten hacer con ellos muchos más trabajos.
Estas son sus partes:
Elige el yunque que puedas dejar permanentemente en el lugar de trabajo, y que se adapte a las dimensiones de los trabajos que necesitas realizar. Para trabajos de orfebrería o filigrana, con un yunque de 2,5 kilos tendrás suficiente. Si pretendes hacer trabajos de forja, como puertas, rejas o incluso mobiliario en hierro, opta por un modelo de entre 50 y 80 kilos.