Te encanta tener el recibidor ordenado y coqueto con algunos detalles decorativos bien estudiados que las visitas saben apreciar. ¡Y eso que es minúsculo!, pero no hay por qué renunciar a convertirlo en un espacio donde sea posible almacenar ropa y complementos que tanto necesitas porque usas a diario. Apuesta por los bancos abiertos o cajoneras modulares. Con ellos ganas un lugar para sentarte y su parte inferior se puede reservar para colocar zapatos, bolsos, carteras, etc. Una solución de lo más práctica y bonita estéticamente, que además puedes hacer a tu gusto con tableros, de un único color o combinando varios tonos, aprovechando al máximo el hueco disponible.
Aunque eres consciente de que tu recibidor es la mínima expresión, tal vez te gusta la idea de optar por un mueble modular que aproveche mejor toda la pared principal y a la vez imprima un aire fresco y casual al espacio. Esa combinación te encanta. Puedes colgar un diseño modular abierto por un lateral con varias cajoneras, como si fueran casilleros. Es una solución muy cómoda para guardar en ellos zapatos de temporada sin que se vean nada más entrar en casa. Ni tú, ni las visitas. Clasificados por colores o estilos quedarán de revista. Un truco para que el mueble no recargue la entrada es colgarlo suspendido, sin que llegue al suelo. Como es modular, admite numerosas composiciones para almacenaje.