Ideas especiales para baños blancos pequeños
Si a tu cuarto de baño no le sobran los metros cuadrados, no habrá otro color que le vaya mejor que el blanco ya que parece ampliar el espacio como por arte de magia. Los techos en este tono dan la sensación de ser más altos y el ambiente transmite una sensación muy agradable de limpieza. Apuesta por el total white para todas las superficies y verás qué cambio.
5 aseos muy decorativos
Tanto si dispones de mucho espacio en tu casa o de poco, un aseo es una solución perfecta para tener un baño extra, igual de funcional y decorarlo con todo tu capricho. Un espacio cómodo y práctico, bien aprovechado y siéntete libre de sacar tu lado más inspirador.
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Para acertar de pleno, lo mejor es elegir materiales nobles y bellos. Opta por el blanco en encimeras, sanitarios y mobiliario, y lograrás una atractiva sensación de continuidad. ¿Qué te parece si pintas las paredes o las revistes de azulejos de estilo metro? ¿Y si escoges el microcemento o un mármol níveo para un toque elegante y lleno de glamour? Las posibilidades son infinitas.
Triunfan los baños modernos y blancos
El blanco es tendencia, lo fue y lo seguirá siendo. Y esto es así porque se trata de un color atemporal, con grandes posibilidades en interiorismo, que nunca resulta anticuado. Y buena prueba de ello es que es el color de bandera indiscutible de las casas de hoy, decoradas en estilos tan modernos como el nórdico o el shabby chic. Apostar por un cuarto de baño en blanco, de líneas sencillas y lleno de luz, será la garantía de que no te cansarás nunca de él. Elige las formas puras y los diseños rectilíneos más contemporáneos y disfruta de una decoración actual durante mucho tiempo.
Oda a la luz
¿Tu cuarto de baño es oscuro y carece de luz natural? Si es así, el blanco es tu color. Es el aliado perfecto para multiplicar la claridad de cualquier habitación. De hecho, esa es una de sus mayores virtudes. Hazte con una buena iluminación artificial, bien planteada y en un tono neutro, y el blanco se encargará de potenciarla al máximo. También puedes apostar por superficies brillantes para el mobiliario, ya que contribuyen a reflejar y a aumentar la luz. Una buena idea es instalar un gran espejo, de pared a pared, que amplíe visualmente el espacio y multiplique la luminosidad.
Combinaciones que aportan calidez
Para evitar que tu cuarto de baño decorado en blanco resulte un poco frío y desangelado, hay muchas ideas que te ayudarán a subir la temperatura del ambiente. Para empezar, conviene elegir con acierto el tono a utilizar. Hay blancos con componentes amarillos o tostados que resultan más cálidos. Ese matiz, casi inapreciable, hará el ambiente más acogedor.
Combina las superficies blancas con elementos de materiales cálidos como la madera en su color natural (o, si lo prefieres, blanqueada).
Otra idea es utilizar elementos de fibras vegetales para caldear el espacio. Unas cestas de mimbre como adorno y complemento de una estantería pueden ser todo lo que necesitas. O también puedes optar por accesorios en acabados dorados o cobre que, además, le darán un toque chic a la decoración.
Que elijas un baño en blanco no quiere decir que renuncies a ciertos toques de otro color. Puede ser solo el suelo apostando por unas baldosas hidráulicas o con mosaico. Le dará el toque ideal para dar tener un baño con gran personalidad. De este modo, destaca el elemento discordante y a la vez resalta mucho más el resto del baño al completo. El blanco quedará aún más enfatizado.
Modernidad en fondo y forma
El blanco suele ser el exponente del estilo moderno. Por ello, aquellos quienes desean renovar o crear su nuevo baño siguiendo ese ambiente lo elegirán como color protagonista tanto en los revestimientos de paredes y suelos como en los muebles y elementos principales de cualquier aseo (lavabo, espejo, grifería, bañera o plato de ducha…). Y también se puede jugar con las líneas rectas y minimalistas tan propias de los ambientes más actuales.
¿Blanco vs estilo contemporáneo?
No solo de modernidad nutre el color blanco. Unos lavabos de formas clásicas y redondeadas pueden ser la opción perfecta para completar un cuarto de baño blanco y, a la vez, darle un toque clásico. Grifos bimandos con manetas que recuerdan a tiempos pasados son el accesorio ideal para quienes apuestan por estilos más rústicos aun decantándose por el color de la luz. La perfilería de aluminio también ayuda a romper con la monocromía que suele imponerse en los baños blancos.
Ceder el protagonismo
Como hemos visto, apostar por un baño totalmente blanco no significa que, obligatoriamente, el estilo predominante sea el futurista. Hay muchas formas de romper ese sello de modernidad, que asociamos a ese tono. Por ejemplo, utilizar complementos, como la grifería, con acabados llamativos: puede ser cobre, dorado o bronce. Así cederás el foco de atención a los accesorios del baño y el blanco pasará a un segundo plano acompañando y haciendo que destaquen el resto de elementos.
El blanco puede presentarse de muchas maneras. Una opción es elegir revestimientos de mármol y piedras naturales para cubrir las paredes. Los diferentes dibujos y formas de las vetas contribuirán a que el baño gane en personalidad consiguiendo crear piezas únicas porque cada tipo de mármol o piedra tiene un patrón diferente.
Del mismo modo se puede conseguir esa sensación de baño íntimo y personal eligiendo uno de los elementos del baño de un material menos común, como una bañera de piedra, resina o carga mineral.
¿Crees que estas ideas son válidas únicamente para baños completos? Quítate este pensamiento de la cabeza. Cualquier aseo por pequeño y minimalista que sea puede ser un buen ambiente para que lo equipes con armarios blancos y revestimientos de paredes idénticos. Estos pueden tener cierto relieve para darle un toque de textura que lo haga más atractivo.